Un total de 19 personas detenidas en el marco de la operación Neptuno, mediante la cual fueron arrestados los cabecillas de la pandilla Bagdad, enfrentan desde este jueves 6 de noviembre un juicio por la presunta comisión de los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Bagdad, pandilla liderada por Rubén Camargo Clarke, alias “Cholo Chorrillo”, extraditado a Estados Unidos, es una red criminal que las autoridades mantenían bajo investigación desde 2017, aunque no fue hasta 2021 cuando se efectuaron los arrestos.
El proceso judicial se desarrolla contra 16 hombres y tres mujeres, señalados por su presunta participación directa en las actividades de la organización, que operaba en la ciudad de Panamá, Panamá Oeste y varias zonas del interior del país.
Fuentes judiciales explicaron que el juicio, que se lleva a cabo en el edificio Boston, en Ancón, se encuentra en la fase de presentación de testigos y pruebas documentales por parte de la Fiscalía de Drogas y las defensas.

En marzo de 2022, Camargo Clarke fue extraditado a Estados Unidos, tras haber sido detenido en Costa Rica, país al que huyó luego de que la Fiscalía de Drogas emitiera una orden de aprehensión en su contra como parte de la operación Neptuno, en la que también fue señalada su pareja sentimental, Nancy Abigail Góngora.
Durante el operativo, realizado en abril de 2021, la Fiscalía de Drogas ejecutó 32 allanamientos en sectores como Boca La Caja, El Chorrillo, Alcalde Díaz, Don Bosco, Arraiján, La Chorrera, Capira y la isla San Miguel, en el Archipiélago de Las Perlas.
Como resultado, se decomisaron $62,851 en efectivo, 14 vehículos y varias armas de fuego.
De acuerdo con informes de inteligencia, Bagdad es una pandilla que en sus inicios se dedicaba al robo y hurto en el área de El Chorrillo, pero posteriormente se consolidó como una red criminal dedicada al tráfico de drogas y a brindar protección a cargamentos procedentes de Colombia, además del microtráfico local.
Según la fiscalía, la organización contaba con la colaboración de operadores de botes artesanales, quienes alertaban a la red sobre los movimientos de las patrulleras del Servicio Nacional Aeronaval (Senan).
Esto permitía que las embarcaciones del grupo recogieran cargamentos de droga en alta mar, los trasladaran a tierra, los dividieran en bultos más pequeños y los movilizaran hacia distintos puntos de Centroamérica.
Las investigaciones indican que la organización mantenía un centro de operaciones en Isla del Rey y coordinadores en Boca La Caja, El Chorrillo, Vacamonte (Arraiján) y en la provincia de Veraguas. Las operaciones eran manejadas de forma compartimentada, de modo que solo los responsables conocían el alcance de cada actividad.



