La exfiscal anticorrupción Zuleyka Moore rompió el silencio, luego de su destitución del Ministerio Público (MP). Afirma que su remoción de la institución no está relacionada con faltas administrativas o procesos penales en su contra. En conversación con este medio, explicó que el MP “simplemente” expidió una resolución que dejó sin efecto su nombramiento como fiscal.
En efecto, la resolución No. 1,640 del pasado 2 de junio, con la que Caraballo despidió a Moore, precisa que ella no ingresó a la entidad mediante el sistema de concurso de mérito, sino por designación de la autoridad nominadora.
El documento, que tiene la firma del procurador Javier Caraballo, también detalla que la exfiscal no era una funcionaria de carrera del Ministerio Público, por lo que su cargo era de libre nombramiento y remoción. Además, plantea que el numeral 7 del artículo 348 del Código Judicial establece que el Procurador General de la Nación tiene la atribución especial de nombrar y remover libremente a los funcionarios de su inmediata dependencia, de acuerdo con la ley.
No obstante, el artículo 384 del Código Judicial también señala que “los agentes del Ministerio Público no podrán ser suspendidos en el ejercicio de sus funciones, sino en los casos y con las formalidades que determina la ley, ni podrán ser destituidos, sino en virtud de sentencia por delito o por falta grave contra la ética judicial.”
La Ley No. 1 de 6 de enero de 2009 instituyó la carrera del Ministerio Público, pero en la actualidad no todos los funcionarios que están dentro de esa institución se encuentran bajo el amparo de dicha norma.
La destitución
El pasado 27 de junio, Moore y Adecio Mojica, otro de los que manejó casos anticorrupción en el Ministerio Público, fueron destituidos de sus cargos por el procurador Caraballo.
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Ambos formaron parte del equipo que investigó las coimas que repartió Odebrecht en Panamá. A Moore también le tocó instruir el expediente por presunto peculado en la compra de nueve radares a la empresa italiana Selex, filial del grupo Finmeccanica, en la que se vinculó al exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, quien tomó posesión como presidente de la República el pasado 1 de julio.
Caraballo ya los había apartado de la primera línea. Cuando asumió como procurador encargado en marzo de 2021, hizo varios movimientos y rotaciones entre los fiscales; incluso los mandó de vacaciones. Actualmente, Mojica ejercía como fiscal de Atención Primaria de Chiriquí, mientras que Moore estaba en la Fiscalía Regional de Bocas del Toro.
Paralelamente, Aurelio Vásquez, quien estuvo a cargo del caso Blue Apple, presentó su renuncia. Vásquez tenía 28 años de servicio ininterrumpido en la entidad.
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En mayo de 2020, en medio del confinamiento impuesto por la pandemia de la covid-19, el entonces procurador general de la Nación, Eduardo Ulloa, anunció la rotación de varios fiscales del Ministerio Público, entre ellos Moore y Vásquez, quienes fueron retirados de los casos Odebrecht y Blue Apple, respectivamente, en los que hay implicados personajes de alto perfil con gran poder económico e, incluso, político.
‘No hagan cálculos políticos’
Caraballo intentó justificar la salida de estos tres fiscales. El pasado 1 de julio, cuando acudió a la instalación de la Asamblea Nacional para el periodo 2024-2025, pidió no hacer “cálculos políticos respecto a cada decisión que se toma”.
“Bueno, mire, solo a manera de ejemplo, respecto a una de esas fiscales, tuvimos la necesidad de hacer un traslado de partida para cumplir con una orden de la Sala Tercera donde se condena a la institución a pagar más de $50 mil por mala prestación del servicio”, manifestó.
Se refiere a un fallo de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia en el que se investigó la actuación de Moore, quien secuestró una finca a un empresario sin estar ligada al caso Odebrecht. Por ello, se condenó al Ministerio Público a pagar más de $50 mil por daños materiales.
Mientras tanto, el expresidente Ricardo Martinelli celebró la decisión de Caraballo desde la embajada de Nicaragua, instándolo incluso a “limpiar” el Ministerio Público y sugiriendo una “purga” de fiscales