Es consciente de ello, pues habla de lo satisfecho que se siente de haber arrastrado votos de la capital a la victoria presidencial y legislativa del PRD ("el único partido al que he pertenecido y al que voy a pertenecer en mi vida", aclara orgulloso).
A puertas de una nueva gestión en la que tendrá amplia capacidad de maniobra, al contar con un Consejo Municipal y un Presidente afines, Juan Carlos Navarro habla de lo hecho y de lo que falta por hacer en la ciudad de Panamá.
Usted ha ganado dos elecciones populares a nivel municipal. ¿Cómo se compara el haber disputado la alcaldía contra Mayín Correa con su reciente experiencia contra Marco Ameglio?
Desde que ingresé a la política, todos los enfrentamientos electorales han sido difíciles. Hace cinco años vencí a Mayín Correa, quien en ese momento era la política de elección popular de mayor éxito en el país. Esta vez, la campaña fue todavía más complicada, porque yo ya estaba en el cargo como alcalde. Además, Marco Ameglio era un excelente contendor; nunca había perdido una elección y se perfilaba como uno de los políticos jóvenes con mayor potencial y mayores recursos económicos. Me encantó que aceptara la candidatura para poder derrotarlo.
Usted aplazó cinco años sus aspiraciones presidenciales, pues optó por buscar la reelección en la alcaldía en lugar de enfrentarse en primarias contra Martín Torrijos. ¿Cuál fue el factor determinante para tomar esa decisión?
Llegar a la Presidencia de la República es una responsabilidad muy grande y una de las cosas más positivas que tiene el PRD, es que alberga mucha gente preparada para ganar elecciones y ocupar cargos importantes. Después de las primarias, el partido se une en torno a los candidatos que han resultado electos. A mí me parece una decisión acertada el haber escogido a Martín Torrijos como candidato a Presidente y el haber hecho todos aquellos sacrificios que debieron hacerse a todo nivel. Hay muchas personas que tuvieron que sacrificar aspiraciones, empresas, ingresos en el sector privado para poder apoyar a Martín y garantizar el triunfo electoral del PRD.
En mi caso, me siento orgulloso de los aportes que hice humildemente, con mucho, mucho corazón, a los esfuerzos electorales del PRD en el 2004. A nivel de los representantes de corregimiento, de los legisladores y de la Presidencia de la República, aquí en la capital.
¿Cuál fue el principal legado de su primer periodo como alcalde?
Abrir la administración de la ciudad al ciudadano. La administración de la alcaldía es hoy la más transparente en la República. Fuimos los primeros en publicar completa la planilla. Todos nuestros actos públicos van a licitación y se publican ahora con el programa e-compras de la Contraloría.
Aunque abrir la gestión al escrutinio de los ciudadanos, de los medios y de los adversarios políticos no es algo tangible, para mí es una roca sólida. Es ejemplo para la administración pública en Panamá.
A pesar de eso, o quizás por eso mismo, medios de comunicación han publicado informaciones sobre gastos desproporcionados en la alcaldía, sugiriendo incluso corrupción. A partir del primero de septiembre usted no tendrá el contrapeso político del Consejo Municipal. En estas circunstancias: ¿Qué compromisos va a adquirir en la lucha contra la corrupción?
Vamos a redoblar nuestros esfuerzos. Lo que tú dices es cierto: los primeros cinco años al frente de la alcaldía fueron realmente difíciles, pues no solo estaba el Consejo Municipal en manos de nuestros adversarios políticos, sino también la Asamblea Legislativa, la Presidencia (este es un país muy centralizado), el Tesorero Municipal, la Ingeniera Muncipal y la Contraloría. Pero eso me creó un escenario ideal para hacer una gestión totalmente transparente.
¿Cómo puede explicar, entonces, que algunos pongan en entredicho su compromiso con la lucha contra la corrupción?
Durante la campaña escuché alguna críticas, que me parece que fueron motivadas por cuestiones políticas. Sin embargo, siempre me pareció irónico que las acusaciones que se hacían utilizaban como base la información del sitio web del municipio.
Cuando yo llegué a la alcaldía, mi antecesora, Mayín Correa, tenía un número altísimo de parientes y amigos íntimos en la administración municipal. Ese nepotismo y esa falta de transparencia es lo que intenté arrancar de raíz. Muy fácil hubiera sido seguir como antes, lo difícil fue cambiar.
La transparencia fue su legado en el primer periodo como alcalde. ¿Cuál aspira usted que sea el de su segunda administración municipal?
Una gestión en favor de los más necesitados en la capital. Sin embargo, para llevar a cabo los proyectos sociales, se requiere una verdadera descentralización. A nivel mundial, Panamá va a la zaga del proceso descentralizador y este es un tema vital, en el que esperamos colaborar de cerca con el presidente electo Martín Torrijos. Nuestros proyectos para el próximo quinquenio incluyen el saneamiento de la bahía y el dotar a la ciudad de un sistema de transporte masivo urbano. Hay otros temas que ya están dentro de la competencia de la alcaldía, en los que tenemos que profundizar. En primer lugar, yo quiero convertir a la ciudad de Panamá en la ciudad más limpia de América. Por otro lado, vamos a ampliar el programa de obras comunitarias para darle atención a las personas más necesitadas de la capital.
Entre sus metas, usted mencionó el transporte urbano y la limpieza de la bahía, que como bien dijo, no son áreas de competencia de la alcaldía. ¿Hay un acuerdo entre usted y el presidente electo para delegar al municipio esas responsabilidades?
No. El presidente electo tiene completa potestad y libertad para tomar aquellas decisiones que estime más convenientes. Nosotros estamos para ayudarle.
En la campaña electoral de 1999, usted prometió limpiar la bahía, a pesar de que no estaba dentro de su área de competencia. ¿Qué garantía tienen los ciudadanos de que, en esta ocasión, cumplirá con los proyectos prometidos en campaña?
Yo tengo completa confianza en el equipo de gobierno que está encabezando Martín Torrijos. Sé que vamos a hacer las cosas bien.
Usted ha hablado de emprender proyectos para los más necesitados. Sus críticos han dicho que su gestión ha sido superficial y que ha estado enfocada en la parte más visible de la ciudad. ¿La mención de los proyectos para los más necesitados, es una reacción a las críticas?
Mi gestión en los primeros años se distinguió por atender la salud de la población a través del aseo de la ciudad. ¿Qué es más importante para una ciudad que su salud? Probablemente algunas personas piensen que el aseo es superficial, pero están equivocados. Para surgir como un polo de inversión y atraer turismo y empleo, Panamá tiene que ser una ciudad limpia.
En esta primera gestión, nosotros hemos cumplido con el pueblo, no solo porque logramos la ejecución del 85% de nuestro plan de gobierno, sino porque los votantes lo reafirmaron el pasado 2 de mayo.
Hablando de aseo, ¿Cómo puede explicar que el problema de la basura haya empeorado justo después de las elecciones?
El problema de la basura ha empeorado en los últimos meses, incluso desde antes de los comicios. Ello es así, por que lamentablemente el Gobierno central nos debe más de ocho millones de dólares en tasa de aseo. Imagínese usted que desde hace 18 meses nos deben cuentas de aseo por servicios que nosotros prestamos al gobierno. Recoger la basura de los hospitales y de los centros de salud, que es sumamente delicado. Recoger los desechos de las dependencias públicas y de los ministerios. ¿Qué ocurre? Que a pesar de que nosotros ya hemos prestado el servicio con responsabilidad, el Gobierno de manera irresponsable ha dejado de cumplir con sus obligaciones. Esto es aún más injusto cuando consideramos que los ciudadanos comunes y corrientes estamos pagando nuestra cuota de aseo y que con ese pago, estamos subsidiando al Gobierno.
Esta deuda del Gobierno con la Dirección de Aseo del Municipio nos ha obligado a desmejorar el servicio, pues desde el año pasado debimos haber recibido 30 carros nuevos de basura y se ha aplazado un año la entrega. Lo mismo ocurre con los repuestos y el mantenimiento para la flota existente. Nosotros nos hemos atrasado en el pago a nuestros proveedores, lo que es lamentable, pues estamos quedando muy mal, por culpa de la irresponsabilidad del gobierno.
Sin embargo, contra viento y marea, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para poder traer los carros en septiembre. También hemos organizado un operativo para garantizar que se recoja la basura diariamente en todas las rutas de la capital. Y ello, gracias al trabajo esforzado y heroico de mil trabajadores de aseo que están haciendo la labor sin contar con los recursos necesarios.
¿Cómo es su relación con la presidenta, Mireya Moscoso?
Desde el principio de mi mandato traté de mantener una relación amable, de altura y de caballerosidad con la Presidenta de la República. En algunos momentos de nuestra gestión, esa relación se ha visto afectada por motivos políticos y yo realmente lo lamento, pues hacia el Presidente de la República tiene que haber siempre el mayor respeto. Pueden haber diferencias políticas, pero nunca deben ser personales. La historia se encargará de juzgar a Mireya Moscoso como persona y como mandataria. Yo de todo corazón le deseo lo mejor, cuando abandone la Presidencia de la República.
¿Entre sus planes, está el correr dentro de cinco años para la Presidencia?
No lo sé. Creo que es prematuro pensar en las elecciones del 2009 a estas alturas.
Pero la percepción es que hay grandes posibilidades de que usted aspire a la Presidencia en cinco años. De ser así, usted podría enfrentarse con la persona que lo llevó al partido inicialmente, el ex presidente Pérez Balladares. ¿Como evalúa el apoyo dentro de su partido?
Lo único que puedo decir en estos momentos es que el PRD se ha democratizado hasta el tuétano y esa es la mejor garantía de que en el 2009 vamos a tener al mejor candidato presidencial. Tengo plena fe en que Martín Torrijos hará una excelente gestión y de que el PRD tendrá nuevamente la posibilidad de presentar una excelente opción electoral.
¿Y ganar?
Absolutamente. Ganar.
Se dice que usted es un adicto al trabajo. ¿Cómo es un típico día de Juan Carlos Navarro?
Sí me confieso adicto al trabajo. Arranco normalmente como a las 4:30 de la mañana. Hago ejercicio, desayuno con mis hijos, le doy un vistazo a los periódicos y me gusta estar en mi oficina entre las 6:30 y 7:00 de la mañana. Termino usualmente unas 14 horas después, cuando acabo mis tareas en la noche. Y lo hago con todo el corazón y la pasión.
¿Qué pasó realmente con los ojos azules de sus afiches de campaña?
Aunque parezca mentira, fue un error. Cuando lo vi por primera vez, bajé sorprendido la ventana del carro y me cercioré de que no era el color del vidrio, lo que me hacía ver mis ojos azules. Pensé en esos momentos "¿Dios mío, qué vamos a hacer para explicar esto?". A las 8:30 de la mañana recibí la primera llamada de mi hermano Eduardo. Me preguntaba si de viejo me había dado por los ojos azules. De ahí en adelante, los 10 días que demoró el cambio de las vallas tuve que aguantarme muchísimas llamadas y el constante 'vacilón' de mis amigos. Como dijimos la verdad sobre el tema, pudimos tornar lo que fue un error en una ventaja, porque todo el mundo quedó hablando de las vallas.