Sabrina Bacal. sbacal@prensa.com "Hoy no traje el telepronter", aseguró risueño Martín Torrijos, mientras se disponía a comenzar con la exposición de ideas que abriría su encuentro con el Consejo Editorial de La Prensa.
Acompañado por su candidato a la segunda vicepresidencia, Rubén Arosemena; su jefe de campaña, Héctor Alemán y por Ricardo Alberto Arias, integrante del mismo equipo, el puntero de las encuestas de opinión habló sobre el deterioro de la situación nacional que afirma haber palpado durante estos cinco años de recorrido por el país. "Hay más personas desesperadas en las calles, pues Panamá no ha podido encontrar un mecanismo de crecimiento económico compatible con el desarrollo humano".
Además, continuó, "hay un retroceso no cuantificable: el de la confianza en el sistema democrático".
Una vez abierto el tema de la corruptela gubernamental, Rubén Arosemena tomó la palabra y aseguró que en la nómina Patria Nueva tienen "plena conciencia" de que recibirán un país en "bancarrota moral" y con la "autoestima baja".
El aspirante a la segunda vicepresidencia ratificó que su colectivo -el Partido Popular- tiene especial interés en las políticas anticorrupción, y que la seguridad jurídica es -junto a la educación-, uno de los lineamientos primordiales del programa de gobierno de su alianza.
Rompiendo el consenso de la reunión, llegó el tema de la Asamblea Constituyente. Se le pidió a Torrijos clarificar su posición al respecto y el candidato perredista contestó que aunque es indudable que "se puede mejorar la Carta Magna, un cambio constitucional no es una prioridad ciudadana". Las objeciones a su particular entendimiento de los asuntos constitucionales no se hicieron esperar. Las mismas se fundamentaron, entre otros argumentos, en la visión de que al ser la Constitución el conjunto de límites al ejercicio del poder público, cualquier panameño que ha experimentado abusos de ese poder está, de hecho, interesado en las reformas a la Carta.
En otro punto de controversia, Martín Torrijos salió un tanto mejor librado: aclaró que su principal criterio para la elección del jefe de la Policía Nacional, sería la experiencia del candidato en temas de seguridad, lo que podría incluir tanto a un miembro de la carrera policial como a un civil (explicó que la dificultad estribaba en que "hay pocos civiles con experiencia en seguridad").
Por el camino de los nombramientos que le corresponderán al futuro presidente, se le pidió al candidato con mayores posibilidades de suceder a Moscoso, algunos nombres de las personas que gobernarían con él. "Tras el sabor amargo que ha dejado esta administración, nadie está dispuesto a darle un cheque en blanco al mandatario", recalcó uno de los presentes.
Torrijos asintió y aseguró tener excelentes personas dentro de su equipo de gobierno, pero afirmó que "no estaba de acuerdo con dar nombres para evadir responsabilidades". La respuesta fue replicada con el razonamiento de que otorgar a la ciudadanía información concreta sobre el tipo de personas que administrarán el país, es una forma de asumir responsabilidades, no de evadirlas. "Quizás lo haga", reconsideró Martín, "de seguro me resultaría beneficioso electoralmente" y además "no tengo a nadie a quien ocultar".
Así, aunque no divulgó nombres, sí descartó algunos que rondaban en el ambiente: "no ratificaré a Sossa en la Procuraduría, ni designaré a Guillermo Cochez en su lugar". Además, dijo que sus vicepresidentes no serán figuras insustanciales, lo que podría sugerir que ocuparán carteras de su gabinete.
Temas como la ausencia de una oficina de estadísticas que se maneje con transparencia (requisito indispensable, según el candidato, para evaluarnos como nación en diferentes ámbitos y para luchar efectivamente contra la corrupción) fueron expuestos de manera exhaustiva. En cambio, interrogantes en materia de Relaciones Exteriores, como las estrategias para enfrentar las listas negras y el futuro de las relaciones de Panamá con China continental y Taiwan, no contaron con igual tratamiento. "No he recibido plata de Taiwan en la campaña", aseguró Torrijos, en una de las pocas afirmaciones concisas sobre asuntos internacionales.
El final de la reunión se acercaba, y con este, el intenso ejercicio de argumentación al que fue sometido Torrijos.
Son, dirán algunos, gajes de ser el líder de las encuestas. El propio Martín había reconocido que "la relación entre políticos y medios de comunicación es naturalmente tirante" y conservaba recuerdos de las pasadas visitas que realizó como precandidato y como candidato al Consejo Editorial de La Prensa. Martín Torrijos se despidió con el fundamentado anhelo de que esta sería la última visita de tal naturaleza.
