Existen dos grandes principios que agrupan los métodos de elección democrática: la representación mayoritaria y la representación proporcional.
El modelo mayoritario, utilizado en Panamá para la elección de presidentes, alcaldes, representantes de corregimiento y legisladores de los circuitos uninominales, sostiene que el que obtiene la mayor cantidad de votos se lleva toda la porción del poder en disputa. Este modelo favorece a los partidos grandes, razón por la que las naciones que optan por elegir la totalidad de sus representantes bajo esta concepción -como Inglaterra o Estados Unidos- tienden al bipartidismo.
Por su parte, la representación proporcional, que fundamenta en nuestro país el sistema de elección de los legisladores en los circuitos plurinominales -mediante la fórmula del cuociente, el medio cuociente y el residuo-, busca repartir proporcionalmente el poder otorgado por los votos ciudadanos.
La idea es incluir a la mayor cantidad de partidos posibles, dándole una cuota de participación en el proceso de toma de decisiones a las minorías políticas.