Sabrina Bacal sbacal@prensa.comNada más indicativo del nivel de desprestigio del PARLACEN (Parlamento Centroamericano), que la renuncia en pleno de los actuales mandatarios de Centroamérica de su derecho a ser miembros del organismo regional, una vez culminen sus respectivos periodos presidenciales. Así, el necesario proceso de reformas integrales al PARLACEN -o incluso su total supresión- ha quedado en manos de una comisión que entregará sus propuestas antes de la próxima cumbre extraordinaria, que tratará el tema en junio de este año. La presidenta, Mireya Moscoso, había anunciado, antes de partir al encuentro en Guatemala, que renunciaría a la inmunidad que otorga esa curul parlamentaria; la misma que ha llevado a que se multipliquen las referencias a la institución que la califican como una "cueva de ladrones". Esta percepción generalizada (en la encuesta de Dichter & Neira de enero pasado, el 61.7% de los panameños manifestó que para el país es poco o nada beneficioso enviar representantes al PARLACEN, mientras que solo un 6.5% creía poder mencionar alguna gestión o iniciativa del organismo) aunada a los muy reales escándalos que han precedido o acompañado las gestiones legislativas de varios ex funcionarios centroamericanos, han convertido al PARLACEN en un tema obligado de campaña. Las opiniones de los cuatro candidatos presidenciales sobre la naturaleza del Parlamento Centroamericano y la participación de Panamá en el organismo, no pueden dejar de relacionarse con los hechos que sobre el tema rodean a cada uno de los aspirantes.
Martín Torrijos había indicado antes de la cumbre en Guatemala "que en un futuro se podría evaluar la posición de Panamá dentro del PARLACEN y el rol que debe jugar en la integración centroamericana", pero al tiempo había advertido que si a Mireya Moscoso le correspondía un curul por ley, "la ley es ley y hay que respetarla". Ante la promesa de la presidenta de renunciar a la inmunidad que le otorgaría el organismo, el puntero de las encuestas aseguró que "lo importante no es lo que propone la mandataria, sino lo que hace", en clara referencia a "la gran cantidad de miembros del Partido Arnulfista que pertenecen al organismo o buscan pertenecer a éste". Aunque hay espacio para hacer similares señalamientos sobre el colectivo liderado por Torrijos (ver cuadro), a su favor se encuentra el hecho de que el investigado ex presidente Balladares renunciase a sus aspiraciones de continuar como miembro del PARLACEN.
Guillermo Endara, por su parte, ha tornado su rechazo a la curul legislativa centroamericana que por ley le correspondía en 1994, en su bandera para hacer frente al tema. Recuerda así, que él y su ex vicepresidente Guillermo Ford no aceptaron el sueldo y "la asquerosa inmunidad que se ha convertido en impunidad en Panamá". A pesar de su posición, su colectivo insignia, Solidaridad, postuló candidatos al PARLACEN.
José Miguel Alemán ha evitado adoptar una posición clara sobre el PARLACEN. En una de sus pocas declaraciones sobre el tema, el candidato gobiernista había manifestado que "Guillermo Endara practica la demagogia al pedirle a los candidatos al PARLACEN que renuncien obligatoriamente a su inmunidad". Paradójicamente, esa terminó siendo la actitud adoptada con posterioridad por Mireya Moscoso.
Por último, Ricardo Martinelli es el aspirante presidencial que con términos más críticos se ha referido al PARLACEN. Además, en su caso, el discurso es coherente con una decisión de campaña publicitada por propios y halagada por ajenos: la de no postular candidatos al PARLACEN. Sobre la decisión del pleno de presidentes centroamericanos de no formar parte del parlamento una vez dejen sus cargos, opinó que: "Es muy positivo., pero para que esto tenga efecto a largo plazo se debe reformar la ley interna del organismo". Agrega que "es difícil proponer reformas para eliminarse privilegios y que las mismas sean aprobadas por quienes perderán los mismos". Martinelli cierra sus recurrentes alusiones al PARLACEN afirmando: en "Cambio Democrático no apadrinamos un refugio para ex gobernantes señalados como corruptos en sus países" y que "lo que nos cuesta anualmente el PARLACEN no se justifica, pues no produce nada concreto, ni útil".