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Entre risas, aviones y por supuesto, uno que otro paso a lo ‘Grease’: 10 minutos con John Travolta

John Travolta John Travolta. Foto: Agustín Herrera

Como si su nombre no fuese John Travolta, el actor merodeaba los pasillos del hotel La Compañía este domingo 7 de abril, saludando a aquellos lo suficientemente valientes para pedirles una foto o un apretón de manos. Llegó al lobby del hotel en el Casco Antiguo 30 minutos antes de su cita con el diario La Prensa.

Travolta, de 70 años, aterrizó en Panamá la noche del sábado 6 de abril para asistir a la duodécima edición del Festival Internacional de Cine en Panamá (IFF). En la tarde de este domingo 7 de abril, decenas de personas verán Grease el film que lo catapultó al estrellato junto a Olivia Newton-John en 1978.

John Travolta John Travolta.

El cine y los aviones, dos de sus grandes amores, lo trajeron nuevamente a Panamá. Travolta, quien vestía un suit marrón, conversó con este medio a puerta cerrada sobre cómo supo que Grease haría más por él y el cine de lo que jamás pudo imaginar, qué le brinda volar aviones que el cine no y hasta mostró que sus pasos de baile en la legendaria película siguen con él sin importar el paso de los años.

Hoy, decenas de panameños verán una función de ‘Grease’ como parte del programa del Festival Internacional de Cine. Esta película lo lanzó al estrellato. ¿Alguna vez pensó que esta película lo llevaría tan lejos décadas después y que sería considerada un clásico en el 2024?

John Travolta: Grease es la única película que he hecho de la que estuve seguro del éxito que tendría. Lo digo porque por un año estuve viajando con el equipo de teatro de Grease y luego por un mes con su equipo de Broadway, no como actor principal sino como actor de soporte. Con mis propios ojos vi cómo la audiencia añoraba este bello musical. Fue ahí cuando supe cuan fuerte era. Tocó un nervio que ninguna otra película ha podido tocar para el público. Tiene 46 años y está más vigente que Gone with the wind (Lo que el viento se llevó) o The Wizard of Oz (El mago de Oz) porque las personas, aunque lo creas o no, pagarán entre $200-2,000 dólares por un puesto para sentarse y cantar en un gran auditorio en los Estados Unidos. No sé si alguna vez predije ese nivel de éxito, pero siempre supe que sería un timeless classic. Es la única película que hice que estaba seguro al respecto y la única razón por la que lo estaba fue porque lo vi con mis propios ojos por un año completo, e incluso antes de hacer la obra estaba obsesionado con ella.

John Travolta: ¿Quieres escuchar algo interesante? El estudio pensó que ‘Grease’ no podría salir en pantalla.

¿Cómo así?

John Travolta: No les importaba. Y dije, “Están locos”. Mi mánager estaba muy nervioso al respecto y yo le dije, “Yo no lo estoy. Solo espera. Deja que la audiencia vea esta película y ellos decidirán cuál es su suerte”.

Me erizo cuando me cuentas esa anécdota. Hemos hablado sobre cómo Grease cambió tu carrera. ¿Cómo cambió tu vida personal?

John Travolta: Mi sueño era trabajar con Olivia Newton-John. Mi sueño real era salir con ella. (Risas). Mi segundo sueño era trabajar con Olivia Newton-John en la película para que pudiera llegar a ser su novio. Todavía tengo amigos que hice en esa película. Todavía tengo el placer de hacer a millones de personas en el mundo feliz con ella. Y eso es una satisfacción personal para mí. Sin fin, hace a las personas felices.

Ha estado en Panamá en el pasado grabando la película ‘Basic’. Si tuviera que grabar una película en Panamá, ¿de qué la haría y a quién escogería como elenco?

John Travolta: La arquitectura invita a una película James Bondesque. Los edificios angostos y altos me hacen querer irme por ahí. Como algo con tema James Bond donde hay intriga y es exótico. Creo que sería un plot glamoroso. Participaría en ella como rol principal. (Risas). Nunca he trabajado con Penélope Cruz. Eso sería divertido.

También tiene otra pasión en su vida, la aviación. ¿Qué disfruta de la aviación que quizás no puede darle la actuación?

John Travolta: Es una sensación diferente volar. Viniendo de alguien extrovertido, te pide estar adentro de ti mismo, en ese espacio, en el presente. No te pide usar tus emociones. No te pide usar tu tiempo para analizar tu vida o tu carácter. Te pide estar presente.

¿Qué te parece si ponemos una canción y nos recuerdas tus pasos de Grease?

Entonces baila.