Todo el conjunto de actividades que se desarrollan alrededor del sector logístico panameño aporta cerca del 35% del producto interno bruto (PIB) del país, que hasta septiembre se calculaba en 90,573 millones de dólares para finales de 2025.
En términos reales, se calcula que el sector logístico estaría aportando para final de año al menos 31,700 millones de dólares a la economía. La gama de proyectos que se han presentado para la próxima década impulsará fuertemente esta cifra, tomando en cuenta que, una vez construidos y en etapa de operación, la cadena logística representará más del 50% de la economía panameña.
El tren Panamá-Frontera, los proyectos del Canal de Panamá, la terminal portuaria de Isla Margarita, la ampliación del aeropuerto de Tocumen y la rehabilitación y ampliación de la carretera Panamericana encabezan la lista de obras de infraestructura que impulsarán el aporte de la cadena logística a la economía.
A esto se suman las obras ya en ejecución, como el cuarto puente y la Línea 3 del Metro de Panamá, que mejorarán la conexión terrestre desde y hacia el centro de la ciudad capital.
Ángel Sánchez Chiappetto, presidente del Consejo Empresarial Logístico (COEL), dijo a La Prensa que el crecimiento del sector logístico será importante con obras multimillonarias planeadas a corto y mediano plazo. No obstante, indicó que esto también representa un reto en temas de planificación y ejecución, donde la parte laboral jugará un papel determinante.
Señala que un punto a favor es que la mayoría de los proyectos presentados tomarán varios años en ejecutarse; por ello, considera que hay tiempo para preparar al recurso humano que se requerirá, tomando en cuenta la especialización necesaria.
No solo es la parte civil (construcción), comenta el presidente de Coel, sino toda la mano de obra especializada que se necesitará para operar el tren, el corredor energético del Canal, las nuevas terminales portuarias, entre otros.
En opinión de Sánchez, hay tiempo suficiente para que los trabajadores actuales, así como aquellos que están en fase de preparación, se capaciten en nuevas tecnologías, manejo de datos e Inteligencia Artificial, entre otros temas.

Por ello, destaca la importancia de los cursos y carreras cortas que ofrecen entidades como el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh), el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE)se) y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
“Yo digo que los trabajos o la mano de obra capacitada que vamos a necesitar para los próximos 25 años va a ser toda la parte de tecnología, digitalización e innovación, ciberseguridad, análisis de datos, desarrollo de programas, porque estoy seguro de que todos estos proyectos van a tener que descansar, una vez entregados, en una plataforma digital con inteligencia artificial”, comentó el presidente de Coel.
Demanda de personal
El Gobierno ha estimado que la construcción y operación del tren Panamá-Frontera generará al menos 50 mil puestos de trabajo durante su fase de construcción.
Por su parte, el plan de ampliación de negocios del Canal de Panamá, que incluye el nuevo embalse en río Indio, un corredor energético (gasoducto), dos terminales portuarias y un corredor logístico entre los puentes Centenario y Atlántico, se estima que generará en su fase de construcción unos 23,100 puestos de trabajo y 19 mil durante la etapa operativa.

Datos proporcionados por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) indican que el corredor energético, que incluye un gasoducto y dos terminales de almacenamiento en las entradas de la vía acuática, contempla una inversión estimada de hasta 8,000 millones de dólares, generando 6,500 empleos anuales durante su construcción y cerca de 9,600 empleos en operación.
Por su parte, las terminales portuarias requerirán una inversión de 2,600 millones de dólares, 10,700 empleos en la etapa de construcción y 9,000 durante la operación.
El corredor logístico demandará 1,782 millones de dólares y generará 3,200 empleos durante la fase de construcción y 443 plazas en la operación. En tanto, el embalse en río Indio contempla una inversión total estimada entre 1,500 y 1,600 millones de dólares, con una proyección de 2,700 empleos directos en su fase de ejecución, proyectada para cuatro años.
René Quevedo, especialista en temas laborales y asesor empresarial, comentó que cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) indican que el sector logístico aporta unos 155 mil empleos a la economía, de los cuales el 35% corresponde a trabajadores asalariados del sector privado. Su salario promedio supera los 917 dólares mensuales, ubicándose históricamente en un 20% por encima de la media salarial nacional.

Señala que, entre 2014 y 2024, las actividades relacionadas con la cadena logística generaron 20,184 empleos, todos informales. De hecho, 1,784 empleados formales perdieron sus fuentes de ingreso durante ese lapso. “El 87% de los empleos generados fueron operadores de equipo y mano de obra no calificada, con escolaridad promedio entre 9 y 10.7 años aprobados”, comentó.

El sector logístico panameño está conformado por un conjunto de infraestructuras y servicios que aprovechan la posición estratégica del país en el comercio mundial. Incluye al Canal de Panamá, los puertos en ambos océanos, el hub aéreo de Tocumen, las zonas francas y económicas especiales como la Zona Libre de Colón, así como centros de distribución y plataformas de almacenamiento que permiten el manejo, traslado y reexportación de bienes.
A esta red se suman los corredores viales, el ferrocarril interoceánico y los servicios de transporte terrestre que integran la conectividad multimodal.
Además de la infraestructura, el sector depende de una amplia cadena de operadores, desde navieras, aerolíneas y operadores portuarios hasta agentes de carga, empresas de transporte, servicios de aduanas y firmas de comercio exterior.

Este ecosistema permite que Panamá funcione como un hub logístico regional y global, generando actividades de valor agregado, facilitando el movimiento de mercancías y consolidándose como uno de los pilares de la economía del país.
El presidente de Coel sostiene que un punto importante es trabajar en el cambio del modelo educativo en el país para impulsar las carreras cortas que permitan a los trabajadores con experiencia actualizarse en tecnología, además de fomentar la adopción de un segundo idioma, tomando en cuenta la internacionalización del sector logístico.

Aunque señala que Panamá no ha tenido problemas en el pasado para promocionar sus proyectos y atraer inversión extranjera directa, indica que será un reto salir al mercado a presentar todos los proyectos que se han anunciado.
Además, opina que lo óptimo sería realizar una planificación que permita desarrollar cada obra en ventanas de tiempo distintas, de manera que los trabajadores puedan movilizarse entre las inversiones.
También estima importante que el conocimiento que ingresará al país, producto del capital humano especializado que se necesitará, pueda ser transferido a los trabajadores panameños, tomando en cuenta que el país seguirá desarrollando grandes obras en el futuro.
Capacitación
En este escenario de grandes inversiones y creciente demanda de personal especializado, la construcción y operación de proyectos como el gasoducto, las terminales de almacenamiento de combustibles, las nuevas terminales portuarias y el tren Panamá-Frontera requerirá una amplia gama de profesionales y técnicos capacitados.
Se necesitarán ingenieros civiles, mecánicos, eléctricos, electrónicos y ferroviarios; especialistas en automatización, control, seguridad industrial y protección ambiental; ingenieros portuarios y navales; geólogos y topógrafos; así como técnicos en soldadura especializada, electromecánica, mantenimiento industrial y operación de maquinaria pesada.

A esto se suma el talento indispensable para el funcionamiento de la cadena logística, como profesionales en logística, gestión de cadenas de suministro, comercio internacional, aduanas, planificación del transporte, análisis de datos, ciberseguridad, desarrollo de software, sistemas digitales y gestión de proyectos, perfiles que serán clave para sostener la operación de estas infraestructuras en un entorno cada vez más tecnológico y competitivo.
Aunque no hay una cifra exacta, se estima que la cadena logística, entre puestos directos e indirectos, estará generando más de 125 mil plazas de empleo en la próxima década, donde la especialización en nuevas tecnologías y métodos de implementación será determinante.
Adicional a los nuevos puestos de empleo, la Autoridad del Canal de Panamá estima que durante el actual quinquenio 2,800 de sus actuales trabajadores se estarán acogiendo a la etapa de retiro laboral, lo que también representa un reto en materia laboral para la vía acuática reemplazar a estos colaboradores en medio de la búsqueda del nuevo personal para construir y operar los proyectos incluidos en su plan diseñado al 2035.
En ese sentido, para reemplazar a los trabajadores que se estarán jubilando, en la ACP indicaron que se ha fortalecido la estrategia de formación interna a través de la Academia de Talento, que estructura sus programas en escuelas especializadas alineadas con las necesidades operativas y estratégicas de la organización. Esta estructura permite preparar a nuevos técnicos, operadores y profesionales que asumirán funciones críticas en un entorno cada vez más tecnológico y demandante.

Asimismo, explicaron que el relevo generacional se apoya en iniciativas como la Escuela de Aprendices, el Programa de Sucesión y la capacitación continua en áreas digitales, marítimas y de liderazgo. Estas herramientas buscan asegurar que el conocimiento acumulado por los colaboradores que se retiran sea transferido de manera efectiva, garantizando que la operación del Canal mantenga su estándar histórico de seguridad, eficiencia y disponibilidad.
Adicional, la ACP ha firmado convenios con el Itse para impulsar la capacitación de nuevos trabajadores en áreas relacionadas con la operación de la vía acuática.
Datos proporcionados por la Dirección de Comunicación del ITSE, la Escuela de Negocios de la institución cuenta con una matrícula total de 1,306 estudiantes, distribuidos en tres carreras: Servicios Empresariales, Operaciones Logísticas y Gestión Ejecutiva Bilingüe. Indican que la carrera de Operaciones Logísticas concentra la mayor cantidad de estudiantes, con 788 alumnos, seguida de Gestión Ejecutiva Bilingüe, con 282, y Servicios Empresariales, con 236.

Indica la información que la carrera de Operaciones Logísticas formas profesionales capaces de planificar, ejecutar y optimizar procesos clave como el transporte, la distribución y el almacenamiento de mercancías, con una visión estratégica y global.
“Recientemente, el ITSE celebró con orgullo un nuevo logro académico internacional. Por tercer año consecutivo, los estudiantes de la carrera de Operaciones Logísticas de la Escuela de Negocios obtuvieron el primer lugar en el prestigioso Hackathon Internacional de Logística, organizado por ICIL Logistics, una institución internacional con sede en España que promueve la innovación en la cadena de suministro mediante iniciativas educativas y competencias de alto nivel. El evento reunió a estudiantes de universidades e institutos de América Latina y Europa, quienes trabajaron intensamente para desarrollar soluciones creativas a retos logísticos empresariales”, destaca los datos compartidos.
El presidente de Coel destaca que, adicional a los megaproyectos que se han anunciado, hay otros que también representarán inversiones importantes y que igualmente demandarán personal calificado, como las nuevas obras relacionadas con el saneamiento, la cadena de servicios y manufactura de semiconductores, el manejo y almacenamiento de medicamentos y el impacto que tendrá en la cadena de distribución la incorporación del país al Mercosur.
El impulso que generarán las inversiones previstas permitirá consolidar a Panamá como uno de los principales centros logísticos del hemisferio. Sin embargo, el aprovechamiento pleno de esta oportunidad dependerá de la capacidad del país para alinear infraestructura, capital humano y planificación estratégica en un mismo horizonte de desarrollo.


