Lo que ocurre en Changuinola “no se trata simplemente de que ‘no quieren razonar’”, sino de algo mucho más serio: se está utilizando al sindicato con fines políticos, dejando de lado lo verdaderamente importante —el bienestar de los trabajadores— y pasando por alto lo que dicta la ley y la propia convención colectiva.
Este es el planteamiento de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), en relación con la situación que atraviesa la provincia de Bocas del Toro, tras cuatro semanas de protestas laborales y la decisión de la empresa Chiquita Panamá de dar por terminados los contratos de 4,800 trabajadores, alegando abandono de sus puestos.
El gremio subraya que, pese a que la huelga fue declarada ilegal, los trabajadores decidieron continuar con la paralización, bloquearon vías y, en la práctica, “secuestraron a toda una comunidad”. La Cciap alerta que, más allá del marco legal, las consecuencias humanas y económicas ya se están haciendo sentir con fuerza.
#CámaraOpina Desde la CCIAP, hacemos un llamado claro y sin rodeos: no permitamos que la politiquería, nos cierre las puertas al progreso. Abramos los ojos, escuchemos y pensemos en el futuro que queremos dejarle a Changuinola, a Panamá y a nuestros hijos. https://t.co/HKbFjWENSz
— Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura (@CCIYAP) May 25, 2025
Según la organización, unas 7,000 personas y sus familias han perdido su fuente de ingresos. “Lo más triste es que todo esto se pudo evitar si hubiese habido disposición de cumplir la ley y de buscar soluciones reales”, lamentan.
‘Changuinola camina hacia el mismo destino de Puerto Armuelles’
La Cciap advierte que no se trata de una historia nueva, sino de una que ya vivió el país con Puerto Armuelles, en la provincia de Chiriquí.
Durante décadas, este puerto fue emblema de la industria bananera nacional. Sin embargo, a inicios del siglo XXI, tras años de conflictos sociales y deterioro económico, Chiquita Brands abandonó definitivamente el distrito de Barú, dejando una economía local colapsada, desempleo masivo y un proceso de reconversión que, hasta hoy, no ha dado los frutos esperados.
“Hoy, Changuinola está caminando peligrosamente por esa misma ruta”, señala la Cámara, que destaca que las autoridades han presentado propuestas concretas para atender los reclamos derivados de la Ley 45 de 2017, que modifica la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social para incorporar beneficios a los trabajadores bananeros y a los productores independientes de banano.

“Pero la respuesta ha sido cerrar toda posibilidad de acuerdo. Y así no se avanza”, sostiene la Cciap.
Llamado al diálogo y cumplimiento de la ley
La Cámara de Comercio dice que la defensa de los derechos laborales es legítima y que los sindicatos juegan un rol clave en ese proceso. No obstante, lo que está ocurriendo en Changuinola “se aleja de ese propósito” y “parece más una jugada política que una verdadera defensa del trabajador”.
“Cuando se ignoran las reglas y se apuesta por la confrontación, se cierran las puertas al progreso”, advirtió el gremio empresarial.
Finalmente, la Cciap subraya que aún hay tiempo para evitar que Changuinola repita la historia de Puerto Armuelles, pero para eso, enfatiza, es necesario sentarse, dialogar, cumplir la ley y construir soluciones reales.
“Desde la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, hacemos un llamado claro y sin rodeos: no permitamos que la politiquería nos cierre las puertas al progreso”.