La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anticipa un panorama menos alentador para el año fiscal 2026, que inicia el 1 de octubre de 2025, según un reciente análisis de Bank of America.
Entre los factores que podrían impactar el desempeño de la vía interoceánica se encuentran la desaceleración del comercio global —especialmente entre Estados Unidos y China—, el aumento en las tarifas de fletes, la volatilidad de las rutas comerciales y una posible congestión portuaria.
Además, el análisis también cita otros riesgos como los altos niveles de inventarios y disrupciones operativas.
Este pronóstico se presenta luego de un primer semestre fiscal de recuperación, donde la ACP anunció que el tránsito diario por la vía interoceánica ha regresado a niveles normales, con una capacidad de 36 tránsitos por día.
Dicho repunte ha permitido un aumento del 27% en los tránsitos en los primeros nueve meses del año fiscal 2025 (octubre-junio), alcanzando 9,000 tránsitos, y una mejora del 14% en los ingresos, que ascienden a 4,100 millones de dólares.
El ingreso neto también mostró un incremento del 16%, llegando a 3,000 millones de dólares, con aportes al Estado panameño que cumplirán el presupuesto estimado de 2,800 millones de dólares.
Como parte de su estrategia a largo plazo, la ACP analiza nuevas iniciativas para reforzar el rol logístico de Panamá a nivel mundial.
Entre ellas se contempla el desarrollo de un corredor energético que incluiría un gasoducto, nuevas vías de transporte terrestre y facilidades portuarias adicionales.
Se espera que estos proyectos sean anunciados entre agosto y septiembre, con la participación de socios internacionales con experiencia técnica.
Uno de los proyectos clave en curso es el del emblase de río Indio, destinado a fortalecer el suministro de agua tanto para el consumo humano como para la operación del Canal.
El proyecto, que ya cuenta con la aprobación de la junta directiva, contempla la construcción de una represa y un túnel de 9 kilómetros para trasladar el agua hacia el Lago Gatún.
La inversión estimada es de 1,500 millones de dólares y se espera que su implementación tome seis años: cuatro para la construcción y dos para el programa de reasentamiento de unas 500 familias afectadas. La ACP ha iniciado diálogos con las comunidades involucradas y prevé tener un plan de reasentamiento finalizado para diciembre de este año.
En materia financiera, la ACP mantiene una posición sólida. Cerró el segundo trimestre fiscal de 2025 con una liquidez de 7,950 millones de dólares y una deuda de apenas 642 millones.
Aunque gran parte de sus proyectos actuales pueden financiarse con fondos propios, no se descarta la búsqueda de financiamiento externo para obras de mayor complejidad.
El rendimiento de sus bonos al 2035 se sitúa en torno al 5.6%, con calificaciones superiores a la deuda soberana panameña.