El puerto de La Boca, corregimiento de Ancón, fue el punto de partida para minimizar los daños de las redes fantasmas, una de las formas de basura plástica más letales para la vida marina y, por ende, para la contaminación de los océanos.
Una de las estrategias para combatir este problema es la colocación de contenedores para el descarte de estas redes, la cual fue emprendida de forma conjunta por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) y la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
Se informó que los pescadores artesanales tendrán la facilidad de desechar estas redes de manera segura.
“Este es un proyecto que queremos llevar a todos los puertos estatales administrados por la AMP”, explicó Yader Sánchez, oficial de Prevención y Control de la Contaminación de la AMP.
Se resalta que la iniciativa busca aprovechar de forma integral los residuos de redes, a través de la generación de combustibles alternativos para la producción de cemento, por medio del proceso de incineración; una acción que promueve la economía circular.
“Las redes abandonadas, o redes fantasmas, como se le denomina, ocasionan un grave daño al ecosistema marino. Por lo tanto, es muy importante rescatarlas, cortarlas, sacarlas del mar y darles un mejor uso, fuera del agua, donde contaminan el medio ambiente”, dijo por su lado Gerardo Irimia Arosemena, administrador encargado de la ARAP.
De acuerdo con los datos de la ARAP, en 2024 se retiraron alrededor de 1,300 kilogramos de redes, solo en la bahía de Panamá.
Cabe recordar, que ese año se registraron tres casos de enredo de ballenas en el golfo de Panamá, lo que alerta sobre la gravedad del problema.

