El destino del fútbol siempre ofrece segundas oportunidades, y Alberto Negrito Quintero está viviendo la suya. Luego de perderse por lesión el histórico Mundial de Rusia 2018, el volante panameño tiene ahora la posibilidad real de ganarse un cupo para la edición de 2026, en lo que sería la revancha más dulce de su carrera.
Quintero, uno de los jugadores más talentosos de su generación, regresó este año a la selección para disputar la última ventana de la eliminatoria mundialista. Thomas Christiansen volvió a confiar en él y lo utilizó en los compromisos decisivos ante Guatemala y El Salvador, una señal de que el experimentado mediocampista vuelve a estar en el radar del seleccionador.
Su historia con la selección es una mezcla de gloria y dolor. El Negrito formó parte de la generación dorada que llevó por primera vez a Panamá a una Copa del Mundo. Era pieza fija, parte de la columna vertebral del equipo, hasta que una fractura en el cuello del segundo metatarsiano del pie derecho truncó su sueño mundialista. La lesión ocurrió en el amistoso ante Noruega, en el estadio Ullevaal de Oslo, apenas días antes del debut en Rusia 2018. La noticia golpeó a todo el país.
Pero su espíritu competitivo nunca decayó. Quintero volvió a mostrar su calidad con el Plaza Amador en el balompié nacional, donde se convirtió en figura del club que conquistó el Torneo Apertura 2025 y que, además, ha tenido un papel destacado en la Copa Centroamericana. Su rendimiento, marcado por talento, desequilibrio, inteligencia y experiencia, lo puso nuevamente en la órbita de la selección.
Hoy, con Panamá rumbo a un nuevo Mundial, Quintero pelea por un lugar en la convocatoria final. A sus 37 años, el Negrito quiere demostrar que todavía tiene fútbol para aportar y que esta segunda expedición mundialista puede ser el capítulo que quedó pendiente en 2018.
La Roja se prepara para un desafío mayor en 2026, y Quintero no quiere quedarse fuera esta vez. El fútbol le quitó un Mundial, pero ahora le abre la puerta a otro. Y Alberto Quintero está decidido a cruzarla.



