A lo largo de 76 kilómetros de rieles que cruzan el istmo en apenas hora y media, el ferrocarril de Panamá mantiene en movimiento uno de los engranajes más importantes de la logística global. Desde hace más de siglo y medio, une océanos, conecta historias y sostiene la dinámica que mueve a un país que nació para enlazar al mundo. En este mes de las fiestas patrias, sigue siendo un motivo de orgullo: una obra que simboliza progreso, trabajo y visión de futuro.
Una vía que mantiene al país en movimiento
Operado bajo concesión por la Panama Canal Railway Company, el sistema ferroviario trabaja conectando el movimiento de contendores de una costa a otra, reflejando una operación sólida y con amplio margen para crecer conforme aumente la demanda del tránsito por el país. Funciona como una auténtica cinta transportadora entre el puerto de Balboa y los puertos de Colón Container Terminal y Manzanillo International Terminal en la zona atlántica, garantizando que la carga fluya con precisión, puntualidad y trazabilidad.

Se realizan seis salidas diarias utilizando los siete trenes disponibles en la operación. Cada tren está compuesto por once vagones con capacidad para trasladar hasta 165 contenedores por viaje, equivalentes a 55 toneladas de mercancía. Cerca del 30 % de la carga corresponde a mercancía refrigerada —principalmente productos de la costa oeste de Sudamérica— que viajan rumbo norte hacia Europa y Estados Unidos.
Detrás de cada tren, 180 personas comprometidas garantizan una operación segura y eficiente. Además, se desarrolla en una zona aduanera primaria, lo que permite que la carga transite directo de buque a tren y de tren a buque, reduciendo la congestión vial y las emisiones de carbono.
Bases firmes para una operación segura
En 2024, el ferrocarril movilizó cerca de 390,000 contenedores, cifra que se espera mantener este año. Estos volúmenes son posibles gracias a una infraestructura robusta, respaldada por más de 175 millones de dólares invertidos en materiales, equipos y locomotoras de alta potencia. La vía férrea recibe mantenimiento preventivo durante todo el año, asegurando un desempeño óptimo, estable y seguro.

Un recorrido que también cuenta la historia del país
Además de su papel en el comercio internacional, el ferrocarril ofrece una experiencia turística única: es el único tren panorámico de Centroamérica, y permite disfrutar de vistas excepcionales de la selva tropical, el canal y el paisaje que hace de Panamá un punto de encuentro natural entre océanos. Para visitantes y locales, el recorrido es también una forma de reconectar con la historia del país y entender el valor de su privilegiada ubicación.
El ferrocarril de Panamá es más que transporte; representa esfuerzo, ingenio y compromiso. Cada kilómetro recorrido conecta personas, impulsa negocios y mantiene viva la ambición de un país que no deja de mirar hacia el mundo. Sigue siendo un símbolo tangible de progreso y resiliencia, recordándonos que Panamá también se mueve sobre rieles que construyen su presente y su futuro.

