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Cuando la inocencia cuesta más que la culpa

Familia Fonseca - Comunicado

Hace ocho años nuestras vidas cambiaron para siempre. Mossack Fonseca, donde corríamos por los pasillos en nuestra infancia y el lugar donde cientos de panameños trabajaban honradamente para sus familias, de la noche a la mañana se volvió una escena de crimen. Estos eventos fueron solo el comienzo de una prueba que ha dejado profundas heridas en nuestra familia y llevó a la muerte de nuestro amado padre, Ramón Fonseca Mora.

La condena pública que siguió, manchó su nombre y por extensión, la reputación de nuestra familia. A pesar de las acusaciones, nuestro padre siempre defendió su inocencia y la de la firma Mossack Fonseca que fue injustamente atacada y violentada con un robo de información. Fue además acusado y privado de libertad por las autoridades de nuestro país, sin fundamentos legales que los soportaran, basados tan solo en lo que decían medios de comunicación.

El juicio, que finalmente concluyó hace escasos días, encontró a todos los acusados inocentes de todos los cargos. Este veredicto ha traído un inmenso alivio, pero también ha vuelto a abrir las heridas y el sufrimiento injusto que hemos soportado durante tantos años.

Familia Fonseca - Comunicado

La salud de nuestro padre se deterioró significativamente debido al estrés y las dificultades infligidas por esta persecución. Nos desgarra el corazón pensar que nunca más podremos ver su sonrisa y no podrá disfrutar y guiar con tanta sabiduría a sus diez nietos que lo adoran. Falleció antes de poder ver su inocencia en blanco y negro, víctima de un sistema corrupto que no protegió a nuestro país, ni nuestro sistema legal y financiero.

El legado de nuestro padre es uno de resistencia e integridad inquebrantable. Mientras lloramos su muerte y celebramos su exoneración, hacemos un llamado contundente al Ministerio Público: asegúrense de que ninguna otra persona ni familia tenga que soportar semejante sufrimiento.

Esperamos que la absolución de nuestro padre, su socio Jurgen y valiosos colaboradores que sufrieron igualmente el rechazo social y la persecución judicial, sirva como un catalizador para el cambio, inspirando un sistema legal más justo, rápido y compasivo. La prueba para demostrar la inocencia de nuestra familia ha terminado y lo ocurrido será un testimonio de un sistema fallido.

La búsqueda de justicia debe equilibrarse con la protección de los derechos humanos; el primero de ellos siendo la presunción de inocencia.

PAPI, AHORA SI PUEDES DESCANSAR EN PAZ.

Susana, Eduardo, Gabriel, Raquel, Isabel y Victoria Fonseca

Ciudad de Panamá, 2 de julio de 2024

“Las afirmaciones, opiniones, recomendaciones y todo lo expresado en este comunicado son responsabilidad única de su autor y quienes sufragan su publicación”.