Abandonada en las faldas del cerro Ancón, la villa diplomática pasaría del olvido al lujo.
El Ministerio de la Presidencia planea gastar $7.1 millones en la restauración de este antiguo caserón que, en el siglo pasado, sirvió como residencia de los jefes del Comando Sur estadounidense.
En ese afán, se convocó a una licitación para adjudicar los trabajos de recuperación y construcción de nuevas estancias. Quince empresas atendieron el llamado y participaron en el acto de homologación, pero solo dos presentaron propuesta: Constructora Pacífico Atlántico, que ofertó $6.5 millones, y Construction Management Group Inc. (CMG), que cotizó poco más de $7.1 millones, una cifra muy cercana al precio de referencia establecido por la Presidencia.
La comisión evaluadora de la licitación otorgó la mejor puntuación a CMG, tras considerar que cumplió con los requisitos mínimos obligatorios. De momento, no se ha dado la adjudicación formal.

El contrato tendría vigencia de un año, con dos meses adicionales para el proceso de liquidación.
La historia de la residencia
La hoy conocida como villa diplomática fue originalmente la “Casa 1” en Quarry Heights, en las faldas del cerro Ancón, una residencia construida en 1906, durante la presencia estadounidense en la antigua Zona del Canal.
Inicialmente, estuvo ubicada en el poblado de Culebra, cerca de las obras del Corte Culebra, pero fue desmontada y reconstruida en Quarry Heights en 1915.
Sirvió como residencia oficial de altos mandos militares estadounidenses —su último inquilino fue el general Wesley Clark— y, cuando fue traspasada al gobierno panameño, la Presidencia la utilizó para hospedar a jefes de Estado y delegaciones diplomáticas.
Actualmente, la villa refleja el paso del tiempo y del deterioro. Hay estancias sucias y deterioradas, principalmente aquellas cuya materia prima es la madera. Tampoco hay mobiliario, el techo se cae en algunas habitaciones y todas las paredes necesitan una mano de pintura.
Todo eso lo pudo apreciar la ministra de Cultura, Maruja Herrera, que en julio de 2024 realizó un recorrido por la villa diplomática junto a Monique y Alexandra Mulino, hijas del presidente José Raúl Mulino. Las hermanas Mulino son diseñadoras de interiores; Alexandra también es arquitecta.

Sin escatimar costos
Los trabajos contemplados en la remodelación no escatiman en exigencias ni en costos.
Según el pliego de cargos, se pretende construir dos “salones presidenciales” de 180 metros cada uno, con un costo que suma más de $834 mil.

También se prevé levantar un “pabellón de tenis” de 77.49 metros cuadrados que costará $60,120 y una cancha de tenis en la azotea a un costo de $554,894, así como un mirador de 82.36 metros cuadrados ($38,895).
Estas estructuras proyecto se ubicaría en el área donde ya existe una cancha de tenis y un jardín con árboles.
La propuesta incluye, además, una fuente y un “espejo de agua” a un costo de $103,220; un estacionamiento de 607 metros cuadrados en la planta baja ($792,513), y 280 m2 de oficinas para “programas laborales” ($693,621).
Actualmente, en los predios hay una casa de huéspedes de dos plantas (cada una con una superficie de 72.22 m2). Se calcula que su restauración costará poco más de $215 mil.
También se harán trabajos para recuperar la piscina de 56.88 metros cuadrados.

La piscina fue construida en 2009, en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014), junto a una oficina de reuniones y una cerca perimetral, por un monto cercano al millón de dólares. En su momento, la cerca causó malestar en la comunidad; los vecinos no entendían por qué había que poner esas estructuras, que no eran acordes con el concepto de ciudad jardín. Como ejemplo utilizaban la casa asignada al administrador del Canal, que en aquel momento tampoco estaba cercada.
Se calcula que el tamaño de la piscina equivale a la mitad de una cancha de baloncesto profesional o al espacio edificado de una casa pequeña de interés social.
En 2022, durante la pasada administración de Laurentino Cortizo (2019-2024), se contrató a la empresa Construcciones Arquitectónicas M&M (creada en 2019) por $33,000, para que se encargara del mantenimiento preventivo de la piscina, de junio de 2022 a mayo de 2024.
La oferta que ahora presentó CMG también contempla el uso de $1.1 millones para la restauración de las dos plantas de la villa, de 378.84 y 344.31 metros cuadrados, aunque no se detallan los trabajos específicos que se realizarán en cada nivel. Lo más cercano que se menciona es la rehabilitación de la entrada principal, a un costo de casi $141 mil, y de la puerta de una cochera por $64,237, así como trabajos en un baño en la planta baja, los que incluyen cambio de piso, reparación del cielo raso, sustitución de extractores de aire e instalación de nuevos lavamanos y sanitarios.
Adicionalmente, se incluye el interiorismo de un mirador existente de 171.55 metros cuadrados, por $115,736.
Opacidad
La Prensa intentó obtener respuesta del ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, a varias interrogantes planteadas, entre ellas cómo se justifica un gasto superior a $7.1 millones en la remodelación de la villa diplomática, pese a que el Gobierno ha insistido en la austeridad del gasto.
También se quiso conocer cuáles son los planes para la villa: será destinada como lugar de trabajo, hospedaje o recreo. Es importante resaltar que Mulino y su familia no viven en el Palacio de las Garzas ni en ningún inmueble del Estado.
Por su parte, el presidente y representante legal de CMG, Eduardo Villalaz, indicó que su propuesta se basó en las especificaciones solicitadas en el pliego de cargos del acto público.