La Contraloría General de la República (CGR) ha emitido una advertencia dirigida a todo el Gobierno, incluidos los ministerios, procuradurías, tribunales, entidades descentralizadas, superintendencias, empresas y universidades estatales, gobiernos locales, proveedores del Estado y personas naturales y jurídicas que mantengan negocios con el Estado: no se otorgará el refrendo a aquellos servicios, compras u obras que ya se han prestado, recibido o están en ejecución.
El artículo 74 de la Ley 22 de 2006, que regula las contrataciones públicas, establece que “los contratos se entenderán perfeccionados cuando sean refrendados por la Contraloría General de la República, y surtirán sus efectos a partir de la fecha de notificación o entrega de la orden de proceder al contratista...”
En otras palabras, ninguna obra o servicio contratado por el Estado debe llevarse a cabo sin que previamente el contrato haya sido avalado por el contralor Anel Flores.
¿Por qué la Contraloría hace esta advertencia? Pues parece que el gobierno, en su conjunto, ha estado incumpliendo este artículo de la ley.
“Observamos —describe la institución— que con frecuencia se presentan para nuestro refrendo órdenes de compra y contratos de suministros, obras y servicios que ya han sido recibidos antes de que la Contraloría General de la República, en ejercicio del control previo, realice el refrendo de dichos documentos.”
La advertencia del contralor Flores está contenida en la Circular No. 12-25-DC-DFG —de carácter interno— del 4 de septiembre pasado, que en su parte medular indica que:
“La Contraloría General de la República, como institución garante del cumplimiento de los procesos establecidos en el ordenamiento jurídico, no refrendará ningún documento contractual en el que se hayan recibido con antelación los bienes, obras o servicios objeto del compromiso”.
¿Qué hará el Minsa?
Si la norma —y la advertencia de la Contraloría— fueran respetadas, como se expresa en la citada circular, los contratos firmados por el Ministerio de Salud (Minsa) con el Consorcio Salud e Higiene Hospitalaria —liderado por la empresa Hombres de Blanco, Corp.— y con el Consorcio Bioseguridad Hospitalaria, encabezado por Sicarelle Holdings, Inc., no deberían recibir el refrendo de la Contraloría.
En consecuencia, no podrían cobrar por los servicios prestados, ya que dichos contratos —actualmente en ejecución— no han cumplido con lo establecido en la Ley de Contrataciones Públicas.
Se trata de contratos directos —otorgados mediante procedimientos especiales— que suman millones de dólares en servicios que, hasta ahora, el Minsa no ha logrado perfeccionar ante la Contraloría. De hecho, la Contraloría ha devuelto dichos contratos al ministerio sin el correspondiente refrendo para su respectiva subsanación.
Dos de esos contratos fueron adjudicados en diciembre de 2024 al consorcio en el que está Hombres de Blanco, con una vigencia de seis meses, que se cumplieron el pasado 30 de junio. Esta empresa fue la encargada de limpiar y desinfectar seis hospitales estatales en todo el país: el Nicolás Solano (La Chorrera), el Instituto de Salud Mental Matías Hernández (Río Abajo), el San Miguel Arcángel (San Miguelito), el Anita Moreno (El Ejido, Los Santos), el Joaquín Pablo Franco Sayas (Las Tablas) y el Cecilio A. Castillero (Chitré)
Por estos servicios, Hombres de Blanco pactó sendos contratos por un monto total de $5.4 millones, fondos que el Minsa gestionó ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, donde obtuvo $5.9 millones, a pesar de que los contratos carecían —entonces y ahora— del refrendo de la Contraloría.
Por su parte, Sicarelle Holdings y sus socios fueron contratados (también por la vía de un procedimiento especial) para la limpieza —también por seis meses, con vencimiento el pasado 30 de junio— de dos hospitales: el Luis “Chicho” Fábrega (Santiago, Veraguas) y el Aquilino Tejeira (Penonomé, Coclé). El valor de sus servicios ascendió a $2.4 millones.
Ninguno de estos contratos ha sido perfeccionado con el refrendo correspondiente.
Pero el asunto no terminó ahí.
Al consorcio al que pertenece Hombres de Blanco se le prorrogaron sus dos contratos por un año más y se le adjudicó un tercero —el que comprende los dos hospitales que antes limpiaba Sicarelle Holdings—, luego de que el Minsa decidiera que la limpieza hospitalaria debía ser prestada por un solo proveedor.
Nada de esto ha sido refrendado.
Silencio
Si el contralor cumple lo que establece su circular del pasado 4 de septiembre, ninguno de los dos consorcios podría reclamar ni tendría derecho a cobrar por sus servicios, dada la presunta violación del artículo 74 de la Ley 22.
La Prensa envió cuestionarios el pasado lunes en la mañana a Hombres de Blanco y al Minsa.
La vocera de la empresa –Edilsa Sánchez– dijo que prefería que el Minsa se pronunciara al respecto, mientras que, de parte el Minsa, no hubo respuesta al cierre de la edición de este martes.