En las últimas dos semanas, la atención brindada por el personal de salud en el Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, ha generado múltiples quejas en los medios de comunicación y redes sociales, especialmente de aquellos pacientes que acuden al área de urgencias, lo que pone de manifiesto una crisis que no puede seguir esperando ser resuelta.
Ante esta situación, la Asociación Médica Nacional plantea que este hospital ha sido desatendido por el gobierno a lo largo de los años, lo que ha provocado una grave carencia de recursos. Como consecuencia, pacientes en estado crítico deben ser trasladados a la capital para intentar salvar sus vidas, pero muchos mueren en el camino.
La presidenta de la Asociación Médica, María Helena Arango, y su vicepresidente, Guillermo Kennion, coinciden en que los traslados se deben a la falta de especialistas y equipos médicos adecuados en este hospital de segundo nivel, que atiende a más de 700,000 personas.
Además, consideran inadmisible que no haya un solo cardiólogo en el hospital, dado que las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de morbimortalidad. También denuncian la ausencia de otros especialistas, como urólogos, nefrólogos, endocrinólogos, neonatólogos y médicos de atención primaria, lo que evidencia el abandono institucional.
El caso de una joven madre de 29 años y sus dos bebés mellizos, quienes fallecieron el 10 de agosto, ha puesto aún más en evidencia las deficiencias del hospital.
La paciente fue inicialmente atendida en el Hospital Nicolás A. Solano, pero debido a la falta de atención neonatal, se gestionó su traslado al Hospital Santo Tomás, donde horas después se confirmaron los fallecimientos de la madre y los bebés. Este suceso ha conmocionado a la comunidad y ha generado interrogantes sobre el manejo clínico del caso.
Según el Ministerio de Salud (Minsa), la paciente ingresó al área de urgencias a la 1:37 p.m. con diagnóstico de embarazo gemelar, fiebre de 38.6°C y dolor abdominal de un día de evolución. Fue atendida seis minutos después por medicina general y luego valorada por ginecología y obstetricia. Un ultrasonido determinó una edad gestacional de 31 semanas y cuatro días, con signos vitales estables tanto en la madre como en los fetos.
Debido a la prematuridad y a la falta de servicio de neonatología en La Chorrera, se gestionó su traslado al Hospital Santo Tomás, donde llegó en condiciones estables. Sin embargo, horas después se confirmó su fallecimiento junto con el de los bebés.
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El Minsa no ha detallado las causas de la muerte, y el Hospital Santo Tomás tampoco ha emitido información al respecto.
Trampolín político
La Asociación Médica de Panamá señala que durante años este hospital ha sido utilizado como trampolín político, con funcionarios que llegan temporalmente para luego ser trasladados a la ciudad capital. También denuncian que los directores de la institución ocupan cargos políticos, lo que genera inestabilidad y falta de continuidad en la gestión.
Los directivos de la asociación indican que el hospital no puede seguir esperando y que las autoridades deben actuar con urgencia para enviar al personal especializado, los recursos y el equipo médico necesarios. Cada día que pasa sin acción significa más vidas en riesgo y más familias destruidas por la negligencia institucional.
Visita del ministro de Salud al hospital
El Ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, visitó ayer miércoles en la mañana la sala de urgencias del hospital, tras las múltiples quejas de los pacientes por la atención en este centro hospitalario. Durante su visita, conversó directamente con los pacientes que recibían atención médica, así como con aquellos que se encontraban en la sala de espera, con el objetivo de conocer de cerca sus experiencias y preocupaciones.
Boyd Galindo destacó la importancia de mejorar la calidad de la atención en el sistema de salud pública. “Ya no se puede seguir con un sistema de salud pública que no brinde la atención médica necesaria ni la empatía que todo paciente merece”, señaló el ministro.

En un tono firme, Boyd Galindo también aseguró a los pacientes: “Si los están tratando mal, van para afuera”, refiriéndose al personal de salud que no esté brindando la atención debida a quienes acuden a buscar salud en estas instalaciones.
El 13 de agosto de 2025, un paciente falleció mientras esperaba atención en la sala de urgencias, lo que llevó a que se iniciaran investigaciones administrativas al personal médico que estaba de turno ese día.
Anualmente, el cuarto de urgencias del hospital atiende a más de 67,000 pacientes. En lo que va del 2025, más de 38,000 personas han buscado atención en este hospital, según datos del Minsa.
La situación del Hospital Nicolás A. Solano se ha convertido en un reflejo de las carencias del sistema de salud pública en Panamá, que afecta a miles de ciudadanos que buscan atención en momentos de emergencia.
A pesar de los planteamientos del ministro de Salud y la visita para evaluar la crisis, la falta de especialistas, equipos médicos y recursos sigue siendo una realidad inminente.



