La construcción de un nuevo Instituto Oncológico Nacional (ION) ha sido descartada por la actual administración gubernamental. En su lugar, el Ministerio de Salud (Minsa) decidió fortalecer la Red Oncológica Nacional, una estrategia que busca descentralizar la atención del cáncer y acercar los servicios especializados a las provincias.
Actualmente, ya existen unidades oncológicas en hospitales como el Anita Moreno (Los Santos), el Luis “Chicho” Fábrega (Veraguas) y el Rafael Hernández (Chiriquí), este último también atiende a pacientes de Bocas del Toro.
Sin embargo, la creación de una unidad similar en el Hospital Regional Nicolás A. Solano, en La Chorrera, no avanza al ritmo esperado. Aunque el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, aseguró que la apertura de esta unidad es inminente, aún persisten importantes limitaciones.
Los obstáculos
Una de los principales barreras es la escasez de oncólogos en el país, lo que impide al ION designar un especialista idóneo para esta nueva unidad. Ante este escenario, la dirección médica del ION ha implementado una estrategia de telemedicina, que contempla la capacitación en sitio de tres médicos generales asignados por el Hospital Nicolás A. Solano. El programa tendrá una duración de tres meses.
En una carta enviada a la diputada independiente Patsy Lee, el director médico del ION, Julio Santamaría, detalló que también deben nombrarse otros profesionales esenciales para garantizar la operación adecuada del centro: farmacéuticos, personal de soporte técnico, registros médicos, personal administrativo y trabajadores manuales.
El hospital ya ha asignado a tres enfermeras oncológicas, quienes comenzaron una capacitación de ocho meses el pasado 5 de mayo de 2025, con finalización prevista en diciembre. También se requiere formar a tres farmacéuticos, que recibirán entrenamiento virtual durante tres meses, seguido de tres meses de formación presencial, detalla la misiva.
Por su parte, el personal de soporte técnico será capacitado al momento de la instalación de los equipos. Primero recibirán una semana de formación en el ION, y luego una semana de acompañamiento técnico en el hospital una vez se inaugure la unidad.
Santamaría reiteró que el ION ha brindado apoyo técnico y está preparado para acompañar la puesta en marcha del centro. No obstante, aclaró que la adecuación del espacio físico y la contratación del personal requerido no están bajo su responsabilidad directa.
“El cronograma para la adecuación del área oncológica no depende de nosotros. Tampoco nos compete contratar enfermeras, farmacéuticos, médicos generales, personal administrativo, ni técnico”, explicó en la carta enviada a Lee.
La urgencia de ampliar la cobertura oncológica es evidente. El cáncer es la segunda causa de muerte en Panamá, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares.
Señor Ministro, usted se pasa acusando a los demás de mentir. Hoy en la conferencia de prensa afirmó que la Unidad Oncológica ya está próxima a brindar el servicio, cuando la realidad es que MINSA no ha hecho absolutamente nada para gestionarla.
— Patsy Lee (@patsyleer) August 21, 2025
Desde octubre hemos estado… pic.twitter.com/aQXGSfKa6q
Cada año se registran cerca de 5,000 nuevos casos, un incremento del 56% en comparación con 2013. Y las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud son aún más alarmantes: en los próximos años, el número de pacientes podría duplicarse.
Además del aumento sostenido de casos, el país enfrenta una preocupante escasez de oncólogos. Con una población de 4.5 millones de habitantes, Panamá debería contar con al menos 54 oncólogos médicos, según estándares internacionales.
Actualmente, solo hay 20 en ejercicio: cuatro de ellos ya están jubilados (aunque siguen trabajando) y otros cuatro se desempeñan exclusivamente en el sector privado.
En resumen, la situación de la unidad oncológica del Hospital Nicolás A. Solano es solo un reflejo de una realidad más amplia: el sistema de salud panameño enfrenta una creciente demanda de atención oncológica sin contar con los recursos humanos ni la infraestructura necesarios para responder de manera oportuna y equitativa.
Aunque el modelo de la Red Oncológica Nacional apunta en la dirección correcta al descentralizar la atención, su efectividad dependerá de inversiones sostenidas, planificación interinstitucional y, sobre todo, de una política de formación y retención de especialistas a largo plazo.
La falta de oncólogos no es solo un obstáculo logístico, es un síntoma de un sistema que necesita reformular su estrategia frente a una de las enfermedades más letales del país. En un contexto donde los casos de cáncer no dejan de aumentar, la pregunta ya no es si podemos construir nuevos centros, sino si seremos capaces de garantizar que funcionen.


