La terminal de transporte de David, Chiriquí, la más importante para las rutas internas y hacia otras provincias como Bocas del Toro, Veraguas y Panamá, está cerrada.
Este miércoles se observó a algunos conductores de taxis y buses de la ruta hacia Dolega, pero de forma esporádica, en medio de las protestas que se registran en la provincia contra el alto costo de la vida.
“Son los únicos que están brindado servicio”, comentó una señora que labora en un restaurante de este centro de transporte.
“El movimiento de ventas estuvo muy bajo, por lo que la mayoría de los puestos están cerrando. Al no haber transporte para pasajeros se ha convertido en un desierto sin personas caminando”, comentó.
La escasez de combustibles ya se siente, expresaron conductores de automóviles particulares al igual que del transporte selectivo.
Le estamos “dando” hasta donde la gasolina alcance, relató uno de ellos, quien omitió su identidad personal. Agregó: “No sé en realidad en qué va a parar esta situación que es ahogante, mira las carreteras no hay tráfico, no hay personas, las pocas son las que acaban de salir de sus labores, las que están en las protestas o movilizándose a hospitales y centros de salud”, señaló.
En tanto, una vendedora de billetes y chances de la Lotería lamentó que después de las devoluciones que eran muchas, la administración sorpresivamente anunció que el sorteo del miércoles fue cambiado para el jueves.
“Cierto es que las ventas están por el suelo, pero debieron haberlo dicho antes de realizar las devoluciones”, dijo por su lado un vendedor ambulante.
Por los cierres no están llegando los periódicos desde la capital, de cuyas ventas lleva el sustento a su casa Delfín Muñoz, quien expresó que desde hace días no reciben ni un “cuara”.
Otro de los llamados canillitas que trabajan en la terminal comentó que los ahorros se le estaban agotando.
En una esquina cercana a esas instalaciones, Juan Domínguez, al igual que sus compañeros de ventas de buhonerías y otros de puestos fijos suspendieron las ventas,
“Cerramos, nos vamos para nuestros hogares. No hay clientes, en la mañana unos pocos llegaron, pero mire, no hay nadie, nos movilizamos en buses y ahora tendremos que hacerlo en taxi que son más costosos”, se lamentaron.
Los diferentes cierres en la vía Interamericana han provocado que no lleguen a la ciudad de David y a otros distritos, los carros cisternas con combustibles. Además, está limitado el transporte interprovincial.
Cercano a un supermercado, en una residencia un grupo de migrantes venezolanos se mantienen allí, no han salido a buscar dinero que les donan las personas. Algo incluso que está prohibido por las autoridades de David y Boquete.
En la policlínica Gustavo Ross, al igual que en el hospital Rafael Hernández la afluencia de personas era normal.
Una auxiliar de la policlínica comentó que la atención se mantiene al mismo ritmo de siempre y cumpliendo con las citas diarias previamente establecidas.