En su conferencia semanal de este jueves 2 de octubre, el presidente José Raúl Mulino encendió las alarmas sobre la magnitud del dinero ilícito que circula en el sistema bancario panameño, advirtiendo que se trata de un problema que compromete la reputación del país.
El abordaje de este tema era antecedido por cuestionamientos a la justicia y como se están manejando los procesos contra exfuncionarios acusados de delitos contra el patrimonio del Estado.
El mandatario subrayó que “toda esa plata sucia ha circulado por el sistema bancario panameño”, lo que, a su juicio, deja mal parado al país y representa un riesgo para la estabilidad financiera.
En ese sentido, llamó tanto al Órgano Judicial como a la banca a actuar con mayor responsabilidad y a rendir cuentas de manera más efectiva.
El presidente Mulino expresó preocupación por la desconexión entre delitos y sanciones en casos de alto perfil y espera que la nueva ley mejore la eficacia del sistema judicial.https://t.co/rLx5Yn38em pic.twitter.com/urUARz3Shc
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 2, 2025
Mulino reiteró que ha transmitido su preocupación directamente al procurador general, Luis Carlos Gómez y pidió al sistema judicial mayor coherencia entre la gravedad de los delitos investigados y las sanciones aplicadas.
Ante la advertencia de Mulino, el presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá, Carlos Berguido, indicó que comparten la frustracion manifestada por el Presidente de la República sobre la eficiacia del sistema penal acusatorio, por la ausencia de condenas a criminales encausados con ayuda de la asistencia que proporcionan los bancos.
“Los bancos han realizado grandes esfuerzos para prevenir el abuso del sistema por parte de criminales que buscan blanquear las ganancias provenientes de diversos delitos, como la corrupción y el tráfico de drogas”, sostuvo Berguido.

Precisó que han reforzado los controles al punto que en algunas oportunidades la ejecución de esas medidas causa malestar entre clientes bancarios, pero han rendido resultados positivos.
Estos controles, dijo Berguido, “han sido ampliamente reconocidos nacional e internacionalmente, y colocan al Centro Bancario Internacional de Panamá como punto de referencia en la materia”.
Precisó que entre las medidas que toman los bancos están el requerimiento de sustentar transacciones y el origen de fondos y objetarlas; el negar la apertura de cuentas a entes sospechosos, y hasta el cierre de cuentas, cuando un banco tiene sospechas razonables de que está frente a un acto delictivo.
“También están los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) que los bancos envían a la Unidad de Análisis Financiero (UAF), y que precisamente sirven de sustento a las investigaciones criminales por parte del Ministerio Público”, dijo.
El presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria dijo que es el Ministerio Público y el Órgano Judicial, a quienes les corresponde perseguir a los delincuentes, calificar los delitos, obtener las condenas, y dictar las sentencias y las medidas que, también para los bancos, resultan frecuentemente insuficientes y frustrantes.



