Uno de los primeros desafíos que enfrentó la directora de la Autoridad Nacional de Aduanas, Soraya Valdivieso, al asumir su cargo hace poco más de un año, fue enfrentar la corrupción interna en la institución. Hasta ahora, la entidad ha presentado seis denuncias ante el Ministerio Público, pero una de ellas tiene especial relevancia: la que describe como el “maletín paralelo”, un esquema mediante el cual contenedores marcados para revisión eran liberados a cambio de sobornos.
Desde su despacho en un edificio ubicado en la avenida Domingo Díaz, Valdivieso aseguró a La Prensa que su gestión se ha centrado en erradicar este tipo de prácticas y modernizar los controles mediante tecnología. “Queremos dejar una aduana 100% digitalizada”, sostuvo, con el objetivo de reducir la discrecionalidad y reforzar la transparencia en todos los procesos.
Valdivieso, quien ya había trabajado en la institución hace 16 años en el departamento de análisis de riesgo y responsable del proyecto de escáneres, afirmó que desde su llegada se elaboró una hoja de ruta de cinco años centrada en dos ejes: el recurso humano y la incorporación tecnológica.
Así operaban
Pero ¿cómo operaba el “maletín paralelo”? De acuerdo con lo que explicó la directora de Aduanas, el esquema funcionaba a partir de una dinámica irregular en los puertos, principalmente en Colón. Según Valdivieso, la primera señal surgía cuando un analista de riesgo colocaba un holder a un contenedor, es decir, una marca que indicaba que debía ser revisado por algún perfil de riesgo, ya fuera por contrabando o infracciones en propiedad intelectual.
Sin embargo, mientras ese procedimiento oficial se realizaba, otra persona ajena a la institución, simulaba ser un funcionario y prometía liberar el contenedor, pero a cambio de una suma de dinero. “Eso sucedió mucho en Colón. Decía que iban a liberar el contenedor, pero con la suma de tanto”, explicó la directora.
El impacto de esta práctica fue significativo. Valdivieso asegura que, gracias a la confianza generada con el sector privado, presentaron varias denuncias que derivaron en detenciones y destituciones. “Hubo varias”, afirmó, y señaló que con estas acciones ya se han minimizado los riesgos en esa área.
No obstante, la directora advierte que la única forma de eliminar por completo este tipo de corrupción es mediante inversión tecnológica del Estado. “No hay otra forma de eliminar totalmente la discrecionalidad del funcionario en los recintos portuarios”, subrayó.
Lesión al Estado
El perjuicio económico causado por el maletín paralelo también fue considerable. Aunque no se puede determinar una cifra exacta, Valdivieso estima que las pérdidas podrían haber alcanzado los $50 millones. También habló de expedientes prescritos en la Dirección de Prevención y Fiscalización de la Aduana.
“Aquí había como una especie de complot entre funcionarios de la entidad, el sector privado y gente que trabaja en los puertos”, detalló.
La funcionaria explicó que estos delitos no eran responsabilidad de un solo actor, sino que se desarrollaban como parte de una cadena. La combinación de departamentos trabajando de manera aislada, la falta de certeza en la aplicación de sanciones y la contratación de personal basada en criterios políticos, añadió, generó un entorno propicio para que estas irregularidades prosperaran.
“Muchos departamentos y direcciones estaban trabajando de manera aislada, por islas. Por el otro lado, no había certeza del castigo”, detalló.
También dijo: “había mucha influencia en contratación o selección del personal de manera 100% política, de a dedo, sin buscar los perfiles”, afirmó.
Tecnología y proyectos heredados
La directora reconoció que la administración anterior (a cargo de Tayra Barsallo) dejó avances importantes, en particular el proyecto denominado Escudo Invisible. “Ahí se hizo una inversión millonaria en materia de tecnología. Inversión no solamente del Estado, inversión de países amigos”, señaló.
Ese programa incluye un centro de control con integración de los carriles marítimos, aéreos y terrestres, además de acuerdos de cooperación con varios países. Para Valdivieso, el reto actual es sacar el máximo provecho de esas herramientas. “A nosotros nos toca maximizar los recursos de ese proyecto, de ese edificio, de esas tecnologías”, expresó.
No obstante, advirtió que pese a esa inversión las prácticas de corrupción se mantuvieron, porque la instalación del sistema aún estaba en curso. “Cuando yo llegué a la institución, el Escudo Invisible estaba recién instalado. En realidad eso tiene un año y medio de proceso de instalación de tecnología”, comentó.
Narcotráfico y controles
Otro frente de trabajo ha sido el combate al narcotráfico en puertos y aeropuertos. Valdivieso subrayó que Aduanas no actúa sola, sino en coordinación con la Autoridad Marítima de Panamá, los distintos organismos de la Fuerza Pública y otras entidades del Estado, además de una alianza con el sector privado. “Desde el mes de noviembre, se estableció la Fuerza Tarea Portuaria. Hemos hecho más de 15 reuniones muy fructíferas, en donde ya hemos resuelto algunas cosas y le estamos dando seguimiento a otras”, explicó.
El tema cobró relevancia tras un informe de la Organización Mundial de Aduanas que destacó a Panamá y República Dominicana como puntos clave para el tránsito de droga hacia Europa y Estados Unidos, con la figura del “conspirador interno” como pieza clave en los puertos.
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Valdivieso dijo haber leído el informe completo. “En los últimos seis meses, para darle un número, nosotros hemos incautado en sustancia ilícita 18 toneladas aproximadamente, pero esto representa un 60% más de lo que se incautó el año pasado”, precisó.
Según la funcionaria, el aumento en las incautaciones refleja mayor efectividad, no un incremento en la cantidad de droga. “Eso no significa que hay más droga, no. Eso significa que estamos siendo más efectivos”, enfatizó.
Valdivieso señaló que el problema radica en la infiltración dentro de la cadena de suministro, que involucra a estibadores, operadores, transportistas y otros actores. Frente a esto, la estrategia es reducir la intervención humana y reforzar la trazabilidad mediante tecnología.
Contaminación de contenedores y metas pendientes
Sobre los puntos de contaminación de contenedores, Valdivieso identificó especialmente el tránsito por ferrocarril y las cargas de exportación. “En la cadena logística, lo que dice el informe y lo que nosotros hemos visto es que los contenedores cuando van por el ferrocarril, cuando están en tránsito, y en los contenedores de exportación, sobre todo los que van con mercancía refrigerada, son muy vulnerables”, señaló.
Por ello, una de las metas de la institución es alcanzar la revisión total de las cargas de exportación. “Queremos poder escanear 100% de la carga de exportación, como lo he visto en otros países”, afirmó. También dijo que se ha pedido a los puertos habilitar cuartos fríos para agilizar las inspecciones y reducir vulnerabilidades.
En cuanto a herramientas disponibles, la institución trabaja con el Sistema Integrado de Gestión Aduanera (SIGA) de análisis de riesgo, personal especializado en inspección de contenedores y equipos de detección de sustancias ilícitas, algunos donados por organismos internacionales. “Están los escáneres grandes, los fijos, los móviles, y también los pequeños que son portátiles”, enumeró.
Consciente de los retos, Valdivieso insistió en que la modernización tecnológica es la única vía para fortalecer los controles y disminuir la corrupción en la entidad.