Por contradictorio que parezca, su imprevisibilidad trae cierto orden al mundo. Dejando de lado a Estados Unidos, bajo el liderazgo de Trump, los demás países serán más cautelosos a la hora de tomar decisiones que pudieran afectar el equilibrio en el mundo geopolítico, porque las consecuencias podrían ser severas.
Es probable que Trump busque enfocarse en América Latina por varias razones.
Sabemos lo que él piensa sobre la inmigración ilegal, por lo que podemos esperar que ejerza una fuerte presión sobre México para que controle su frontera, mientras que probablemente también ejerza presión sobre Panamá, para que controle el cruce de inmigrantes indocumentados que tratan de llegar a Estados Unidos cruzando la selva de Darién desde Colombia.
Otro tema muy polémico con el que fue firme en su pasado mandato y que es posible que se repita en este periodo es el tema de los aranceles.
Pareciera que Trump está utilizando la amenaza de aumentar los aranceles, a quien no cumpla con sus requisitos, como moneda de cambio para conseguir lo que desea en el ámbito comercial y de seguridad con relación a EU; como, por ejemplo, ha hecho con México y Canadá, buscando controlar la migración ilegal y el tráfico de drogas.
Panamá es y siempre ha sido un gran aliado estratégico de EU, por su localización geográfica, proximidad y por supuesto, por la importancia del Canal de Panamá.
Trump querrá asegurarse de que el gobierno de Panamá esté controlando el paso de navíos provenientes de cualquier país con embargo, como Irán y Rusia. El Presidente José Raúl Mulino ya actuó el pasado mes de octubre de 2024, cuando por decreto canceló los registros de navíos bajo bandera panameña que hayan sido sancionados por la Unión Europea o por Estados Unidos. Podemos esperar que este tipo de influencia se mantenga.
Estados Unidos ha perdido gran parte de su poder sobre Latinoamérica en las últimas décadas. Hugo Chávez consiguió crear una coalición antiamericana en Latinoamérica junto con otros lideres de la época, lo que impulsó el crecimiento de la influencia de China y Rusia en esta región. Ahora Trump tiene la oportunidad de acercarse nuevamente a esta región, con la ayuda de sus grandes partidarios, el presidente Nayib Bukele, de El Salvador; y el presidente Jaiver Milei, de Argentina .
En este 2024, el presidente chino Xi Jinping recién inauguró un mega puerto comercial en Perú. Una considerable inversión en el continente y un gran marco para sedimentar la presencia China en Latinoamérica. Esto seguro ha creado celos y preocupación en EU y hará que reaccione a la creciente presencia de la Republica Popular China en su propio patio. Su reciente amenaza de retomar el Canal es algo que no pasará, pero con ello quiere presionar a Panamá para que este no se deje llevar por la reciente influencia China en la región.
Trump es un político con una manera única de negociación. Tiene un abordaje agresivo al principio para asustar a la contraparte para luego bajar el tono y llegar a lo que quiere. En el caso de Panamá es garantizar que el control del Canal se mantenga en manos de su gran aliado de muchos años.
Panamá es un país amigo de Estados Unidos, siempre lo ha sido, por lo que podemos esperar que Panamá haga todo lo posible para cumplir con las demandas de Estados Unidos. Esperamos que, como resultado, esta relación tenga igualmente un saldo positivo para Panamá, que podamos aumentar nuestras exportaciones hacia Estados Unidos y tener el apoyo de Trump para que Panamá no aparezca más en ninguna lista gris en el mundo e impulsar el crecimiento en el país.
El autor es director de GGA Investments Ltd., compañía de Asesoría de inversiones, fue director en el Banco J. Safra y es graduado en Business por Florida International University en Miami, Estados Unidos.