Hablemos del deporte adaptado, un universo paralelo que crece exponencialmente tanto en Panamá como a nivel global. Se trata de un conjunto de disciplinas modificadas para ser accesibles a atletas con alguna condición de discapacidad. Pero ¿qué implica exactamente?
El deporte adaptado consiste en aplicar modificaciones específicas a las reglas, el equipamiento o el entorno de los deportes convencionales para hacerlos accesibles a personas con distintas discapacidades.
Tomemos como ejemplo el fútbol para ciegos: se utiliza un balón con cascabeles y el público debe guardar silencio absoluto para que los atletas puedan guiarse por el sonido. Es un deporte que exige una concentración y una guía auditiva extraordinarias. Me alegra destacar que, recientemente, Panamá ha creado su selección de fútbol para ciegos. Así como apoyamos incondicionalmente a la Roja, es hora de brindar el mismo fervor a los muchachos de nuestra selección de fútbol para ciegos.
La adaptación no se limita al fútbol. En Panamá contamos con una destacada selección de baloncesto en silla de ruedas. También es fundamental reconocer el gran trabajo de organizaciones como Olimpiadas Especiales Panamá, que generan oportunidades deportivas para atletas con discapacidad intelectual, y la Asociación Nacional de Deportes para Sordos, que promueve disciplinas como atletismo, fútbol y voleibol. Panamá ya ha sido sede de eventos internacionales y ha cosechado medallas de oro y plata. En el caso de los deportistas sordos, las adaptaciones clave son visuales: se utilizan banderas y tarjetas para indicar el inicio del juego, las faltas o las puntuaciones.
La diferencia entre los Juegos Paralímpicos y las Olimpiadas Especiales
Es importante diferenciar dos grandes pilares de la inclusión deportiva:
Olimpiadas Especiales: su foco principal es la participación, la inclusión y el desarrollo de la actividad física en personas con discapacidad intelectual, donde ganar o perder no es el objetivo central.
Comité Paralímpico de Panamá (CPP): su objetivo es el alto rendimiento y la consecución de los mejores resultados a nivel competitivo en atletas con discapacidad visual o física. El CPP cumple el mismo rol que el Comité Olímpico de Panamá: gestionar, preparar y apoyar a los atletas de élite para su participación en los Juegos Paralímpicos y otros ciclos competitivos.
Además de adaptar deportes, en el mundo paralímpico existen disciplinas creadas exclusivamente para personas con discapacidad, como boccia y goalball.
Organizaciones internacionales sin fines de lucro como Achilles Panamá han puesto su mirada en nuestro país, generando valiosas oportunidades para el desarrollo del atletismo. Gracias a esta iniciativa, atletas panameños han participado exitosamente en maratones de renombre mundial. Celebro este tipo de acciones, que trascienden el simple hecho de competir e implican disciplina, esfuerzo, largas jornadas de entrenamiento y compromiso.
Es crucial destacar el rol de los guías, piezas clave en el atletismo para personas con discapacidad visual, quienes acompañan de forma voluntaria. A pesar de que la organización cubre parte de los gastos del atleta con discapacidad, muchas veces estos guías deben asumir sus propios costos de viaje, estadía y alimentación. Esta realidad subraya la necesidad de mayor apoyo y reconocimiento para quienes hacen posible que el deporte inclusivo sea una realidad.
El deportista con discapacidad enfrenta desafíos significativos, como la falta de apoyo económico para el entrenamiento de alto rendimiento. Es imperativo que los medios de comunicación les brinden mayor visibilidad. La falta de conocimiento y difusión podría estar ocultando un talento valioso, dejando a muchos jóvenes sin saber que, mediante la adaptación deportiva, pueden desarrollarse y sobresalir en una disciplina.
Es vital que los patrocinadores, marcas deportivas, empresas, federaciones y el gobierno se sumen al esfuerzo de estos atletas, pues cuando compiten, representan a todo un país.
Países como Colombia, Argentina, Costa Rica, México, Brasil y Estados Unidos han demostrado un fuerte apoyo al deporte adaptado, y Panamá no puede quedarse atrás. La inclusión es, en esencia, hacer deporte, ser parte, representar la bandera y vivir la pasión.
Apoyar el deporte adaptado no es un acto de caridad: es una inversión en el talento nacional y en la construcción de una sociedad más equitativa y visible.
La autora es periodista.


