La Generación Z y sindicatos de trabajadores se congregaron este viernes en una nueva protesta en Lima para exigir justicia por Eduardo Ruiz, el joven al que un policía encubierto mató de un disparo durante las protestas del 15 de octubre, y denunciar la impunidad con la que, aseguran, el Estado ha respondido a las demandas sociales.
Grupos de decenas de estudiantes universitarios, gremios laborales y organizaciones civiles se concentraron en varios puntos de Lima para marchar hacia el centro histórico, en medio de un nutrido contingente policial, por el estado de emergencia declarado en la capital para combatir al crimen organizado, lo que temporalmente suspende derechos fundamentales como la libertad de reunión.
La marcha fue encabezada en Lima por una delegación de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la mayor central sindical del país, con una pancarta que reclamaba la defensa del trabajo, la seguridad y la vida, en respuesta a la ola de crímenes de las bandas de sicarios y extorsionadores contra transportistas, comerciantes y obreros de construcción civil.
También se instaba a la derogación de las llamadas ‘leyes procrimen’, un conjunto de normas aprobadas recientemente por el Congreso que, según se considera, generan un efecto contrario al buscado y terminan facilitando la actividad criminal.
En otras ciudades del país, como las surandinas Cusco y Puno, también se realizaron movilizaciones junto a obreros de la Federación de Trabajadores del Cusco y de Construcción Civil.
Al inicio de la marcha, el frente de egresados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos denunció que un fuerte contingente de la Policía rodeó el campus y detuvo a uno de sus compañeros, pero la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) informó después que el estudiante fue liberado, tras la denuncia hecha por sus compañeros en las redes sociales.
Al igual en este campus, la PNP también desplegó otro contingente en los exteriores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), otro de los centros universitarios que ha tenido una notoria presencia en las movilizaciones de la Generación Z, según pudo comprobar EFE en el lugar.
Al inicio de la jornada, el alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, declaró que este viernes regirá la intangibilidad de la céntrica plaza San Martín, uno de los puntos de encuentro de la manifestación, para evitar las aglomeraciones y reuniones de carácter político.
En las primeras horas del viernes también hubo un paro de transportistas, que transcurrió de forma parcial, especialmente en los distritos de los zonas norte y sur de Lima, razón por la cual las clases en los colegios públicos y algunas universidades privadas se dictaron en forma remota para preservar la seguridad de los estudiantes.


