El excanciller colombiano Álvaro Leyva negó que esté conspirando para sacar del poder al presidente Gustavo Petro y en una entrevista publicada este sábado calificó de “absolutamente ridículo” que se le señale como golpista por el contenido de unas conversaciones filtradas a la prensa.
“Eso es lo más ridículo del mundo. Esa fue una conversación privada (...) Decir ‘sacar a ese tipo’ no es nada, es una expresión tonta. Tengo unas cartas públicas en las que le digo al presidente que renuncie, con normas constitucionales en la mano. De tal forma que, esa es una tontería, es un pésimo uso de unas grabaciones que ni siquiera pueden tomarse como prueba en un proceso penal (...) Eso es ridículo, absolutamente ridículo”, dijo Leyva a la revista colombiana Semana.
Leyva, quien fue el primer canciller de Petro, está en el ojo de una tormenta política desde el pasado domingo cuando el diario español El País reveló, basándose en unas grabaciones de audio, que buscó ayuda en círculos republicanos de Estados Unidos para tumbar al presidente colombiano, a quien ha acusado reiteradamente de ser adicto a las drogas.
“Lo que pasa es que aspiro a que el presidente se vaya. Se lo anticipo de una vez, creo que es una necesidad nacional, el país está desbaratado, requiere de un acuerdo nacional con todas las fuerzas vivas”, dijo Leyva a Semana al explicar que no es un secreto que quiere a Petro fuera del Gobierno pero eso no significa que esté planeando un golpe.
En ese sentido, Leyva señaló que un presidente puede dejar el cargo por diversas razones antes de que termine su mandato, que en el caso de Petro será el 7 de agosto de 2026.
“Se puede enfermar, cualquier cosa le puede pasar a un presidente elegido, se puede morir, por ejemplo. Entonces, ¿eso qué quiere decir? ¿Que hay que tener el cadáver hasta el último día de su mandato? No. Hay normas constitucionales, y no me voy a salir de esas normas”, subrayó el excanciller.
Contactos en Estados Unidos
Según El País, Leyva se reunió hace dos meses en Estados Unidos con el congresista republicano Mario Díaz-Balart, en un intento de acercarse al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para ejercer “una presión internacional” contra Petro y poner en su lugar a la vicepresidenta Francia Márquez.
“En ningún momento he hablado con senadores o representantes estadounidenses”, dijo Leyva y añadió que al congresista republicano de origen cubano Carlos Giménez, con quien supuestamente también habló, ni siquiera lo conoce.
Tanto Díaz-Balart como Carlos Giménez tacharon el lunes de “inventos” los señalamientos que los involucran en la supuesta trama de Leyva contra Petro.
“Tengo relación con los Díaz-Balart pero no es de ahora, sino de mucho tiempo atrás y, sobre todo, con Lincoln Díaz-Balart (hermano de Mario), quien murió”, explicó Giménez.
El senador por Florida añadió, sin embargo, que conversó en Washington con Mario Díaz-Balart pero “el tema fue la necesidad de mejorar la relación bilateral porque Petro, en su locura, la daña cada vez más”.
Leyva afirmó que tampoco ha buscado a Marco Rubio pero, “eso sí, tengo unas ganas enormes de hablar con él sobre muchos temas”, principalmente de paz en el mundo, porque a lo largo de su vida participó en varias negociaciones del Gobierno colombiano con grupos guerrilleros.
Defensa de la vicepresidenta
Sobre la posible participación de Francia Márquez, en la supuesta conspiración, Leyva aseguró que nunca ha “hablado con ella sobre eso”.
“Yo, simplemente, dije que Francia Márquez es una digna sucesora, pero ahí no aparece nada que tenga que ver con un golpe de Francia Márquez, porque no necesita darlo. Si se va Petro, si mañana dicen que Petro descansó en la paz del señor, ¿qué hacemos? Si mañana le da una enfermedad a Petro que no le permite gobernar, ¿qué hacemos? (...) ¿Qué dice la Constitución? Que asume la vicepresidenta”, expresó el político.
Al ser preguntado si es golpista, Leyva respondió: “Golpista de qué, hombre. Si soy producto de una tragedia que es el golpe de Estado que le dieron a un gobernante constitucionalmente elegido y mi papá fue desterrado”.
Leyva, un político conservador de 82 años, es hijo de Jorge Leyva Urdaneta, quien fue ministro del presidente Laureano Gómez y se exilió con su familia en EE.UU. tras el golpe de Estado de 1953.
Por eso, consideró que promover un golpe contra Petro sería contradecir su historia de vida y su “compromiso con la democracia” y agregó: “Para mí sería un suicidio moral, no voy a incurrir en esa tontería”.
“Están haciendo uso de una grabación, de una conversación privada (...) Fui constituyente, y la libre expresión es un derecho fundamental. Y, si uno no tiene el derecho fundamental a la libre expresión, en un restaurante o en su casa, por Dios, apague y vámonos”, enfatizó el primer canciller del actual Gobierno colombiano.