Aunque el país recauda más que el año pasado, no logra cumplir la meta presupuestaria para atender los compromisos financieros que adquirió cuando planificó su presupuesto. Entra dinero a las arcas del Estado, pero no tanto como el que se necesita.
El informe preliminar de recaudación de la Dirección General de Ingresos (DGI) destaca que, en el acumulado hasta septiembre de este año, los ingresos tributarios alcanzaron los $4,738.5 millones, lo que representa un incremento de $587.2 millones respecto al mismo período del año anterior, equivalente a un crecimiento interanual del 14%.
Sin embargo, la cifra se mantiene $1,012.9 millones por debajo del presupuesto, es decir, 17.6% por debajo de lo que se proyectaba de ingresos tributarios por $5,751.4 millones para el período enero–septiembre de 2025.

Del total recaudado, $4,599.1 millones corresponden a ingresos en efectivo y $139.4 millones a documentos fiscales.

El crecimiento estuvo impulsado según el informe de la DGI, por el dinamismo de los impuestos directos, que sumaron $2,781.7 millones, es decir, $570.9 millones adicionales frente a 2024 (+25.8%). Entre los rubros más destacados figuran:
Impuesto de Planillas: $1,105.7 millones (+52.9%)
Impuesto de Inmuebles: $134.5 millones (+86.9%)
Impuesto sobre la Renta de Personas Jurídicas: $755.1 millones (+8.3%)
Ganancias de Capital (mercado de valores): $72.8 millones (+201.2%)
Impuesto de Dividendos: $154 millones (+14.4%)
Por su parte, los impuestos indirectos registraron un crecimiento moderado de 0.8%, alcanzando $1,956.8 millones, con aumentos relevantes en:
Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de cigarrillos importados (+110.4%)
Impuesto de Importación (+5.8%)
ISC a automóviles (+9.0%)
ISC a cervezas (+27.4%)
Primas de seguros (+12.4%)
Al sumar los ingresos tributarios con los no tributarios, los ingresos corrientes del Estado ascendieron a $5,875.6 millones en nueve meses, es decir, $710.7 millones más que en 2024 (+13.8%).
No obstante, sigue existiendo un déficit de 24.2%, equivalente a $1,872 millones, con respecto a la meta presupuestaria fijada entre enero y septiembre en $7,747 millones.
Del total de los ingresos corrientes, $1,106.5 millones correspondieron a ingresos no tributarios (+20%), impulsados principalmente por mayores aportes de empresas estatales, mientras que los otros ingresos corrientes totalizaron $30.6 millones, con una reducción interanual de 66.5%.
A través de un comunicado, el Ministerio de Economía y Finanzas y la DGI indican que los resultados reflejan un entorno económico en recuperación y un mayor dinamismo en la actividad productiva nacional, impulsados por la mejora en el empleo, el aumento del consumo interno y un clima macroeconómico estable.
La mejora en el empleo estaría por confirmarse estos últimos meses del año, cuando se supone publicarán los datos oficiales de trabajo. La tasa de desempleo era de 9% en 2024 y los analistas calculan que este año cerrará en doble dígito.
Efecto de la Lotería Fiscal
En septiembre, durante el segundo mes de aplicación de la Lotería Fiscal, los ingresos tributarios reportaron una recaudación de $740.3 millones, un déficit de $210 millones con respecto a lo presupuestado, pero 37.2% por encima de septiembre de 2024.

En detalle, los impuestos indirectos, entre los que está el ITBMS, totalizaron una recaudación de $221.06 millones, 5.6 % más que en septiembre de 2024, pero 34.1% o $114.4 millones menos que lo presupuestado para ese mes en 2025. Solo en concepto de ITBMS en ventas, la recaudación de septiembre aumentó 8% para totalizar $80.3 millones, aunque sigue estando por debajo de la meta fijada de $109.9 millones.
En el acumulado de enero a septiembre, en ITBMS de ventas se recaudaron $683.9 millones, lo que representó un descenso de 6% con respecto a los nueve meses de 2024, equivalente a $43.5 millones menos y 20.9% por debajo de lo presupuestado para este año.
Análisis de la recaudación
El economista Eric Molino Ferrer destacó que, si bien los resultados acumulados a septiembre muestran un incremento en la recaudación respecto al año pasado, el país sigue muy por debajo de las expectativas establecidas en el presupuesto nacional.
Señaló que los impuestos directos, como el impuesto sobre la renta de personas naturales y jurídicas, crecieron 26.2 % frente a 2023, lo que calificó como un desempeño “robusto”, considerando el contexto económico actual. Sin embargo, advirtió que los impuestos al consumo, como el ITBMS, se mantienen prácticamente al mismo nivel que el año pasado, reflejando los efectos del desempleo y la alta informalidad en el mercado laboral.
Molino Ferrer recordó que el presupuesto de recaudación para 2025 aumentó en un 25% con respecto al de 2024 —pasando de $6,000 millones a $7,600 millones, un incremento de $1,600 millones— impulsado por presiones políticas para ampliar los gastos.
“Esta dinámica histórica entre el Ejecutivo y la Asamblea ha llevado a establecer montos teóricos de ingreso que buscan cubrir aspiraciones de gasto más que realidades económicas”, comentó.
Añadió que los resultados de este año confirman esa brecha, pues la recaudación está $1,000 millones por debajo del presupuesto, es decir, 18.3 % menos de lo previsto.

El economista reconoció la labor del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en la preparación del presupuesto para 2026, al promover proyecciones más prudentes y realistas que finalmente fueron aceptadas por el Órgano Legislativo.
“Hoy queda más clara la necesidad de aplicar medidas de austeridad para evitar que la desviación en los ingresos se traduzca en un aumento del déficit fiscal”, enfatizó.
Molino Ferrer subrayó que es clave continuar fortaleciendo la gestión tributaria mediante una mayor fiscalización del ITBMS, la Lotería Fiscal y el combate a la evasión, pero insistió en que el verdadero motor del aumento de la recaudación debe provenir de un mercado laboral más robusto y de mayores inversiones que impulsen la actividad económica y el consumo.


