Renzo Merino, vicepresidente sénior de Crédito Soberano y Riesgo de Moody’s Ratings, estuvo en Panamá y analizó durante el foro Moody’s Inside LatAm Panamá 2025, el panorama económico y fiscal del país, destacando tanto los retos que se enfrentan como los logros alcanzados en los últimos meses.
El especialista explicó que, si bien el nuevo gobierno ha comenzado a tomar medidas importantes —como la reforma de la Caja de Seguro Social y la reducción del déficit principalmente por el lado del gasto—, estas acciones no bastan por sí solas para resolver los problemas estructurales del país.
“Nosotros consideramos que esas medidas por sí solas no van a ser suficientes… se necesitan medidas adicionales, reformas adicionales”, dijo en la rueda de prensa.
Merino subrayó que Panamá necesita ir más allá de los ajustes iniciales y avanzar hacia un plan más integral y sostenido de consolidación fiscal y reformas estructurales para asegurar la estabilidad y mantener el grado de inversión.
Logros reconocidos
Crecimiento económico histórico: Merino recordó que entre 1990 y 2019 Panamá mantuvo un crecimiento promedio del 6%, uno de los más dinámicos de la región. Este desempeño permitió reducir la deuda pública del 70% al 40% del PIB, fortaleciendo el perfil fiscal del país.
Estabilidad monetaria y baja inflación: Destacó que, al no tener riesgos de tipo de cambio y con niveles bajos de inflación, Panamá logró mantener estabilidad incluso en medio de choques externos, lo que respaldó su calificación en el pasado.
Reforma de la Caja de Seguro Social: Merino calificó como “necesaria y urgente” la reciente reforma al sistema de pensiones, un tema pendiente desde hace más de 15 años. Según explicó, la medida otorga sostenibilidad por algunas décadas y refleja la voluntad del gobierno y de la Asamblea Nacional de enfrentar problemas de largo plazo.
Capacidad de consenso político: Aunque con limitaciones, Moody’s valoró que el Ejecutivo haya podido alcanzar acuerdos legislativos en torno a la reforma previsional de la CSS, lo que envía una señal positiva a los mercados.

Desafíos señalados
Grado de inversión en riesgo: Merino recordó que Panamá se mantiene en el nivel Baa3, el último escalón dentro del grado de inversión y con perspectiva negativa. “El país está al borde de perder esa categoría”, advirtió, al explicar que la sostenibilidad fiscal será determinante para mantener la confianza de los inversionistas.

Deterioro fiscal y deuda creciente: Advirtió que la deuda pública de Panamá ha aumentado en casi 20 puntos del PIB desde 2019 y hoy consume entre 18% y 19% de los ingresos del gobierno en intereses, una de las cargas más altas del mundo emergente.
El déficit fiscal al segundo trimestre se ubica por encima del 2% del PIB, mientras que el desafío de la transparencia y la credibilidad de la política fiscal sigue siendo un factor crítico para inversionistas, dada la lentitud en la publicación de datos y la recurrencia de atrasos. “Más allá de la opinión de las calificadoras, está la opinión del mercado, y hoy emitir un bono a Panamá le costaría más del 6%, cuando antes lo hacía al 3 o 4%”.

Rigidez del gasto público: El experto subrayó que casi 70% del gasto estatal se destina a intereses, transferencias y salarios, dejando poco espacio para inversión. Esto obliga a sacrificar inversiones en infraestructura y limita la capacidad de ajuste.
Bajos ingresos tributarios: Moody’s alertó que Panamá se encuentra entre los países con menor recaudación en proporción al PIB, lo que agrava la dificultad de cumplir con obligaciones crecientes, como el gasto educativo fijado en 7% del PIB y las leyes especiales que obligan a ajustar salarios en el sector público.
Riesgo político y protestas sociales: Merino señaló que el descontento ciudadano, expresado en protestas recurrentes, limita la capacidad del gobierno para impulsar reformas y, en algunos casos, ha derivado en mayores compromisos de gasto.
Capital político limitado: El funcionario recordó que el Ejecutivo no cuenta con mayoría en la Asamblea Nacional, lo que obliga a negociar cada reforma y ralentiza la agenda de consolidación fiscal.
Perspectiva
Renzo Merino concluyó que, aunque Panamá ha dado pasos positivos este año, como la aprobación de la reforma de pensiones y un mayor control del déficit, los avances son “lentos y limitados por el capital político”. Moody’s mantendrá su vigilancia sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, ya que el país se mantiene al borde de del grado de inversión.
En noviembre se reune el comité de Moody’s donde se espera que se produzca un produzca una acción sobre la calificación de la deuda soberana del país.
“Atender estos temas de credibilidad, de predictibilidad de la política fiscal serían importantes para mantener la calificación dentro del grado de inversión”, expresó Merino.